La engorrosa tarea de encontrar un sitio donde estacionar en las inmensas metrópolis de la actualidad tranquilamente podría ser catalogada como una de las más extenuantes que atraviesan millones de personas a diario. Los centros urbanos están atascados de automóviles y hay una deficiente infraestructura que no permite alojar al creciente número de vehículos.
Distintas soluciones se han ido planteando a lo largo de las últimas décadas, tanto desde el ámbito privado como desde gobiernos locales a cargo de administrar el flujo de autos en las grandes ciudades del mundo. Se han hecho esfuerzos, con relativo éxito, por limitar el ingreso de vehículos a los centros financieros y comerciales, con el fin de aliviar no sólo la congestión sino de reducir los niveles de contaminación ambiental.
Los avances tecnológicos en el área de conducción autónoma han focalizado en enfrentar los desafíos que representa la situación del estacionamiento. Empresas líderes como la alemana Bosch está marcando tendencia con su innovadora tecnología Park Assist.
Asociado a los omnipresentes teléfonos inteligentes, el software trabaja en conjunto con sensores ubicados en estacionamientos para indicarle al conductor en pleno proceso de búsqueda de un espacio donde estacionar. Se busca el sitio más cercano, considerando aspectos como el tamaño del vehículo y necesidades especiales como en el caso de discapacitados o embarazadas, que tienen asignados sitios especiales.
El conductor sólo debe seleccionar el lugar mas conveniente y dirigirse hacia allí, sin tener que perder tiempo ni combustible en el proceso.
El estacionamiento del futuro será rápido, personalizado y autónomo. Esto le ahorrará tiempo al conductor y, a la vez, mejorará el flujo de tránsito en las grandes ciudades.
Mediante la nueva tecnología de Bosch, que se estima será utilizada de manera masiva para el final de la década, se espera que cada conductor ahorre hasta 60 horas al año en tiempos de búsqueda de estacionamiento, con la consecuente reducción de niveles los de estrés.
En el futuro cercano los autos conducirán ellos mismo hasta sus propios lugares de estacionamiento. Así, el conductor simplemente deberá dejarlo en una "zona de entrega" y dar instrucciones al vehículo mediante su smartphone. La misma app servirá para traer el auto, indicándole que regrese adonde está el conductor de la misma manera.