La policía antidisturbios rodeó y entró por la fuerza en el colegio electoral de la ciudad catalana de Girona donde debía votar este domingo el presidente independentista regional Carles Puigdemont en el referéndum de autodeterminación prohibido por la justicia Madrid.
Una reportera de la AFP TV presenció escaramuzas cuando la policía llegó al colegio electoral ubicado en un polideportivo, donde militantes recibieron a los agentes cantando. El ministerio del Interior español anunció que los agentes de sus cuerpos de seguridad se habían desplegado en Cataluña.
Posteriormente, se informó que el presidente de la Generalitat votó en Cornellà de Terri, después de que la Guardia Civil haya impedido la apertura del centro de Sant Julià de Ramis
El delegado del gobierno en Cataluña Enric Millo justificó más tarde la actuación policial.
"La Policía Nacional y la Guardia Civil tienen que actuar", dijo en una comparecencia en Barcelona, lamentando que los Mossos d'Esquadra, la policía regional dependiente del gobierno independentista catalán, "se haya impuesto la línea política por encima de la línea profesional".
Este cuerpo policial tenía que desalojar antes de las 06H00 (04H00 GMT) los más de 2.300 espacios designados como punto de votación en este referendo, convocado por el presidente regional Carles Puigdemont desoyendo la prohibición del Tribunal Constitucional.
"El único objetivo del Estado, los tribunales y las fuerzas de seguridad es que todos los catalanes volvamos a tener el marco legal y constitucional", señaló el delegado del gobierno de Mariano Rajoy en Cataluña, subrayando que el objetivo "no son las personas (…) es el material electoral".
"Nos vemos obligados a hacer eso que no queríamos hacer, más aún después de la declaración del gobierno de esta mañana en la que queda más claro que todo es un engaño, todo es una farsa", añadió Millo, afirmando que el "Estado de derecho ha desmontado el referendo ilegal".
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