El médico estadounidense Richard Axel, Nobel de Medicina en 2004, explicó en una conferencia en Lisboa que el estudio del olfato permite comprender el funcionamiento de la memoria y problemas relacionados con ella, como el alzheimer.
En la conferencia, integrada en la Cumbre Internacional sobre Alzheimer que se celebra en la capital lusa, Axel presentó algunos de los resultados de la investigación sobre cómo funciona el olfato que le llevó a ser galardonado con el Nobel.
El médico y su equipo observaron, con experimentos realizados con ratones, que el aprendizaje y las abstracciones del cerebro dependen en general de la experiencia, hallazgo que abre la puerta a entender cómo patologías como el alzheimer afectan a la memoria.
Con datos obtenidos durante cinco años de estudio, los científicos del proyecto identificaron variables de conversión entre un estado cognitivamente sano y un deterioro cognitivo leve.
Este algoritmo supone un avance con una aplicación terapéutica, ya que los tratamientos de las demencias son más efectivos cuando comienzan antes de que se verifiquen el deterioro cognitivo y los síntomas clínicos generados por el daño neurológico.
LEA MÁS: