Rusia inició este jueves una serie de maniobras militares conjuntas con Bielorrusia en la frontera con la Unión Europea (UE) que han despertado preocupaciones en la OTAN, que las considera tanto una demostración de fuerza como una provocación.
En los Zapad 2017 ("Oeste 2017") Moscú asegura que movilizará cerca de 12.700 soldados, 7.200 bielorrusos y 5.500 rusos, durante una semana a lo largo de la frontera con Lituania y Polonia, en ejercicios que describe como "puramente defensivos".
Pero en los últimos meses ha habido especulaciones con que el número de tropas involucradas sea varias veces superior y se acerque a las 100.000, convirtiéndola en una de las maniobras más grandes desde la Guerra Fría.
En el comunicado que anunció el inicio de las maniobras el jueves, el ministerio de Defensa ruso subrayó que tienen "un carácter puramente defensivo y no están dirigidas contra ningún país en particular".
El ejército ruso organiza todos los años en esta época importantes maniobras en cuatro regiones: Oeste, Este, Centro y Cáucaso. La rotación de regiones se da cada cuatro años y el último Zapad tuvo lugar en 2013.
En esta ocasión se llevan a cabo en Bielorrusia, en el enclave ruso de Kaliningrado y en varias regiones del noreste de Rusia, es decir cerca de Polonia y de los países bálticos, miembros de la OTAN que desde la anexión de Crimea en 2014 y el inicio del conflicto en el este de Ucrania ven en Rusia una amenaza contra su soberanía.
Lituania y Estonia fueron los primeros en poner en duda las cifras anunciadas por Moscú y hablar de más de 100.000 soldados movilizados del 14 al 20 de septiembre.
Los ejercicios Zapad 2017 "están designados para provocarnos, para probar nuestras defensas y es por eso que tenemos que ser fuertes", declaró el domingo el ministro británico de Defensa Michael Fallon, expresando su preocupación ante una Rusia "cada vez más agresiva".
En tanto el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró por su parte que no veía "una amenaza inminente contra un aliado", aunque lamentó la falta de transparencia.
"Rusia es capaz de manipular las cifras con gran soltura, por eso no quiere observadores extranjeros. Pero 12.700 soldados anunciados en las maniobras estratégicas, es ridículo", afirmó a la AFP el experto militar independiente Alexandre Golts, quien estima que los efectivos superan los 100.000 militares.
Rusia es capaz de manipular las cifras con gran soltura, por eso no quiere observadores extranjeros
Según la consultoría especializada en temas de defensa IHS Jane's, "las cifras reales son probablemente superiores" a las oficiales, ya que los ejercicios implican no solo militares sino también miembros de los servicios de inteligencia, de la Guardia Nacional, de los servicios de emergencia, entre otros, lo que llevaría la cifra de efectivos a entre "80.000 y 100.000".
También se emplearán en las maniobras unos 70 aviones y helicópteros, 680 piezas de armamento y vehículos militares, incluidos 250 tanques y varias lanzaderas de misiles, y diez buques de la Flota rusa del Báltico, según información del Ministerio de Defensa ruso.
La cuestión referida a los números de tropas remite al Documento de Viena, un texto aprobado en 1990 entre las grandes potencias como mecanismo para reducir tensiones que requiere que todas las partes informen con anterioridad sobre los detalles de sus ejercicios y permitan observadores extranjeros para evitar malentendidos peligrosos, siempre en caso de maniobras que superen las 13.000 tropas.
Pero al mantener de manera oficial que ese umbral no se ha cruzado, Moscú logra evitar que haya monitores y prensa extranjera durante las maniobras.
"Es evidente que estos países buscan exacerbar la situación lo más posible antes de los ejercicios haciendo acusaciones infundadas. Estos son los países que impiden los contactos militares entre nuestros estados", señaló el vice ministro ruso de Exteriores Alexei Meshkov, según la agencia Tass.
Moscú reivindica por su parte su derecho a efectuar ejercicios militares en su territorio y denuncia que la OTAN vuelve a ampliar su presencia en sus fronteras.
La Alianza Atlántica cuenta ahora con más de 4.000 soldados desplegados en los países bálticos y en Polonia.
Por otro lado los ejercicios rusos Zapad 2017 se efectúan casi al mismo tiempo que los que el ejército de Estados Unidos está realizando en Ucrania y que unas maniobras en Suecia con 19.000 soldados simulando un ataque ficticio de un "opositor más importante y sofisticado".
Respecto a los ejercicios rusos, se basan en la lucha contra "grupos terroristas" que se infiltraron en Bielorrusia y el enclave ruso de Kaliningrado desde tres países imaginarios, pero que pueden identificarse como Lituania, Letonia y Polonia.
"Todos los ejercicios rusos trabajan sobre la misma hipótesis: el despliegue rápido de las tropas", para demostrar la determinación del ejército en frenar al enemigo pero sin plantearse un ataque provocado por Rusia, explicó Alexandre Golts.
Con información de AFP, EFE y AP
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