La niña acababa de regresar de la escuela, en una ciudad del interior de China. Sin decirle nada a sus padres, subió hasta la terraza del edificio y se paró en el borde. Allí se quedó, inmóvil.
La estudiante no respondía a lo que le decían, y parecía cada vez más cerca de caer. Los bomberos ya habían llegado, pero no se acercaron por temor a que ella reaccionara negativamente.
Solamente había un hombre y una mujer por detrás de ella. No está confirmado si eran los padres, o dos vecinos que la encontraron.
El hombre sabía que tenía que distraerla para salvarla. Entonces, le acercó una botella con agua, ofreciéndole beber. Cuando la niña se dio vuelta y fijó su mirada en el objeto, él aprovechó para tomarla de la ropa y atraerla. Así logró rescatarla.
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