La prueba nuclear en Corea del Norte eclipsó este domingo el comienzo de la cumbre de países emergentes BRICS, donde el presidente chino Xi Jinping pidió la unidad de los países en desarrollo para lograr paz y estabilidad aunque eludió dirigirse directamente al díscolo régimen vecino de Kim Jong-un.
"Una sombra oscura avanza sobre el mundo luego de 50 años de paz fruto de los esfuerzos de todos los países", dijo el presidente. "Sólo a através del diálogo y la negociación podemos apagar el fuego de la guerra", agregó.
Xi destacó que Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica deben luchar contra el terrorismo "de forma que los terroristas no encuentren lugar en el que esconderse" y crear las condiciones de diálogo suficientes para resolver conflictos como el de Siria, Libia o Palestina "para que un día los refugiados puedan regresar".
Pese a esas llamadas a la paz mundial, el líder comunista no mencionó las incertidumbres que en la región han generado los frecuentes ensayos de misiles y atómicos de Corea del Norte, si bien simultáneamente a su discurso en Xiamen el Ministerio de Asuntos Exteriores chino condenaba la prueba nuclear de este domingo y el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, aseguraba que la crisis era la "vergüenza" de China.
China "condena enérgicamente y denuncia firmemente" el nuevo ensayo nuclear que realizó Corea del Norte, expresó en un comunicado la Cancillería del régimen comunista, que también urgió a Pyongyang a retomar la senda del diálogo.
Ajeno a ese conflicto, el presidente Xi insistió en Xiamen en la necesidad de unión de los cinco países BRICS además de las otras cinco naciones emergentes que participan estos días como invitadas en la cumbre (México, Tailandia, Guinea, Tayikistán y Egipto).
El mandatario chino reivindicó el papel de las potencias emergentes BRICS en este primer acto de la cumbre, una reunión de empresarios donde recordó que en la década de existencia del bloque las cinco naciones se han convertido "en un importante factor de la economía mundial".
Ante la presencia de los presidentes de Brasil, Michel Temer, y Sudáfrica, Jacob Zuma, Xi reconoció las dudas internacionales ante la unidad de los países BRICS pero insistió en su validez como bloque.
"Hay quien dice que los países emergentes y en desarrollo están en retroceso, y que los BRICS han perdido su brillo, es cierto que nos han afectado factores internos y externos, que hemos encontrado viento en contra, pero el potencial sigue siendo el mismo", aseguró el dirigente chino.
En los últimos 10 años el PIB combinado de los cinco países ha crecido un 179 por ciento, el comercio un 94 por ciento y la población urbana un 28 por cien, recordó.
Ello "ha contribuido a estabilizar la economía mundial y devolverla a la senda del crecimiento y beneficiar a los 3.000 millones de personas" que forman la población combinada de los cinco países, subrayó Xi.
"Seguimos teniendo plena confianza y es el momento de desplegar las velas y embarcarnos en un nuevo viaje, una segunda década dorada para la cooperación de los BRICS", añadió Xi.
Minutos después del discurso del mandatario chino llegó a Xiamen el presidente ruso, Vladimir Putin, y mañana los cinco líderes celebrarán la cumbre propiamente dicha.
Se espera que Putin y Xi traten sobre el conflicto norcoreano en una posible reunión bilateral al margen de la cumbre.
La turística isla de Xiamen vive desde hace días bajo un fuerte operativo de seguridad, especialmente en los alrededores del Centro Internacional de Convenciones donde se celebra la cumbre, donde todos los negocios han sido cerrados, las casas parecen deshabitadas y no se permite el acceso a la playa.
Con el lema de "BRICS: Stronger Partnership for a Brighter Future" (Una colaboración más fuerte para un futuro más brillante) se espera que el foro aúne a unos 1.200 participantes, entre políticos, funcionarios, empresarios y otras personalidades que buscarán estrechar los lazos entre sus naciones.
Con información de EFE
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