Las tropas iraquíes están a punto de conquistar Tal Afar, último bastión de ISIS en el norte de Irak

El ejército y las milicias chiitas tomaron "todos los barrios" del feudo de los yihadistas próximo a la frontera con Siria, y estaban expulsando a los últimos combatientes y desactivando explosivos antes de declarar la victoria

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Milicianos de Hashd al Shaabi
Milicianos de Hashd al Shaabi sostienen una bandera del ISIS mienstras celebran la conquista de otro barrio (AFP)

Las fuerzas iraquíes estaban a punto este domingo de expulsar al grupo Estado Islámico (ISIS, en inglés) de Tal Afar, el último reducto yihadista en el norte del país, con la ayuda de milicias apoyadas por Irán y de la coalición internacional dirigida por Estados Unidos.

Las tropas de Bagdad controlan ahora "todos los 29 barrios" del último feudo del ISIS en la provincia norteña de Nínive, una semana después del inicio de la operación, indicó el mando conjunto de las operaciones (JOC), que coordina la lucha contra el grupo yihadista en Irak.

No obstante, las operaciones para expulsar a los últimos combatientes de la organización, especialmente en al Ayadiya en las afueras, retirar los explosivos y otros obstáculos que han dejado tras ellos y garantizar la seguridad de las zonas reconquistadas, comprobaron periodistas de la AFP.

En la misma provincia, a primeros de julio, los yihadistas perdieron Mosul, la segunda ciudad de Irak y su mayor bastión urbano en el país, situada a 70 km al este de Tal Afar.

El próximo objetivo es la reconquista de Al Ayadieh, una localidad situada a 15 km al norte de Tal Afar. Esa localidad es importante para las fuerzas iraquíes ya que se encuentra en la única vía que pueden tomar los yihadistas desde Tal Afar para huir a Siria.

En el país vecino, sumido en una guerra civil desde 2011, los yihadistas están presentes en las provincias de Deir Ezzor y Raqqa, su antigua "capital" en Siria, donde los afronta una coalición kurdo-árabe apoyada por Estados Unidos y las tropas del régimen sirio apoyadas por Rusia.

La operación en Tal Afar no tuvo nada que ver con la de Mosul, una enorme ciudad que estaba densamente poblada cuando entraron las tropas en noviembre de 2016, y que los terroristas del ISIS habían fortificado. Allí, los combates, convertidos en una sangrienta guerrilla urbana, duraron nueve meses.

En Tal Afar, que tenía 200.000 habitantes antes de la llegada del ISIS en 2014, casi una décima parte de la población de Mosul, la victoria definitiva debería anunciarse antes del Aid al Adha, la gran fiesta musulmana que se celebrara el 2 de septiembre en Irak, según comandantes militares.

Vehículos blindados del ejército con
Vehículos blindados del ejército con columnas de humo en el fondo (AFP)

Muchos de los habitantes de la ciudad, en su mayoría turcomanos chiitas, huyeron de la ocupación yihadista a partir del verano de 2014. Mientras que las organizaciones humanitarias preveían un nuevo éxodo de civiles a medida que avanzaran las tropas, el número de desplazados ha sido limitado, aseguran.

Los combatientes iraquíes avanzan en una ciudad fantasma donde los yihadistas ofrecen una débil resistencia, replicando sobre todo con disparos de francotiradores a la llegada de los blindados.

Incluso muchos residentes señalaron a la agencia Reuters que los militantes parecían "exhaustos" y "desorganizados", confirmando las especulaciones de Bagdad sobre la ausencia de una estructura de comando del ISIS en el norte de Irak tras la liberación de Mosul.

Los soldados del ejército, respaldados por los paramilitares del Hashd al Shaabi, una fuerza dominada por las milicias chiitas apoyadas por Irán, son los únicos que siguen combatiendo, ya que la policía federal y las unidades de antiterrorismo (CTS) dicen haber retomado todas las zonas que se les habían asignado.

Un miliciano chiita en medio
Un miliciano chiita en medio de los combates  (AFP)

Los miembros del Hashd al Shaabi, también llamadas Fuerzas de Movilización Popular, habían tenido un rol secundario de seguridad en los flancos durante la Batalla por Mosul, ya que las tensiones entre milicias chiitas y la población sunita de esa ciudad siguen aún latentes.

Pero dado que Tal Afar es una localidad de mayoría chiita, Bagdad decidió utilizar a los paramilitares en un rol más activo en esta campaña.

Cuando se confirme el final de la operación en Tal Afar, las fuerzas iraquíes se orientarán hacia los restantes dos objetivos en manos del ISIS que aún quedan en el país: Hawija, a unos 300 km al norte de Bagdad, en la provincia de Kirkk que se disputan Bagdad y el Kurdistán iraquí, y tres ciudades del oeste desértico, en la frontera con Siria, Al Qaim, Rawa y Anna.

A raíz de su ofensiva en 2014, el grupo yihadista había conquistado casi un tercio de Irak, pero ha cedido mucho terreno desde entonces. La organización ultrarradical sunita conserva, no obstante, su capacidad de matar como demostraron los recientes atentados que reivindicó en España, Bélgica y Rusia.

Con información de AFP

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