Caos en el norte de la India por el juicio a un gurú acusado de violación: al menos 30 muertos

Una batalla campal entre policías y seguidores del líder espiritual concluyó con, además, 250 heridos y un millar de detenidos. Dos estaciones de tren fueron incendiadas

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Los miles de seguidores del polémico gurú indio Rahim Singh desataron el caos en el norte del país tras conocer este viernes la condena por violación a su líder espiritual, protagonizando unos disturbios que se han saldado con una treintena de muertos, 250 heridos y un millar de detenidos.

Decenas de miles de fieles de los preceptos del santón se desplazaron en los últimos días hasta la localidad de Panchkula, en el estado de Haryana, donde un tribunal le condenaba hoy por un caso de violación abierto en 2002.

A primera hora de la tarde se hizo público el fallo -cuyos detalles se conocerán el próximo 28 de agosto- y, pese al amplio despliegue policial, daba comienzo a una batalla campal entre los seguidores del gurú y las fuerzas de seguridad que acabó con la muerte de 30 personas y 250 heridos, según la agencia local PTI.

"Somos incapaces de contar todos los heridos que están viniendo. Por ahora estamos tratando de darles de manera urgente el mejor tratamiento posible", dijo a EFE la portavoz del Hospital Civil de la localidad, que se encontraba desbordado de pacientes.

Mientras tanto, en las calles de Panchkula dos estaciones de trenes ardieron a consecuencia de los incidentes violentos, que se propagaron hasta Nueva Delhi, a unos 260 kilómetros de la localidad de Haryana, donde varios autobuses metropolitanos también fueron quemados por los partidarios de Singh.

Además de los daños materiales, los sucesos obligaron a la Red de Ferrocarriles del Norte de la India a cancelar o efectuar cambios en el itinerarios de 299 trenes y a suspender todos los trayectoria con origen en Delhi y destino a Rohtak, distrito donde permanece encarcelado Singh.

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En la región capitalina, las autoridades policiales impusieron restricciones a la libertad de reunión en 11 distritos bajo la sección 144 del Código de Procedimiento Penal. "Ha sido impuesto (…) para mantener la paz. Se pide a la gente que coopere", indicó a través de su cuenta de Twitter el vocero de la Policía de Delhi, Madhur Verma.

A última hora de la tarde, Verma aseguró en una rueda de prensa que la situación en Delhi "se encuentra bajo control tras unos pocos incidentes".

En Panchkula y Sirsa, la localidad donde se encuentra la sede central de la organización liderada por Singh, se implantó el toque de queda.

Tanto el primer ministro indio, Narendra Modi, como el presidente del país, Ram Nath Kovind, condenaron los sucesos violentos de la jornada y llamaron a la calma.

"Los casos de violencia de hoy son profundamente angustiosos. Condeno enérgicamente la violencia y exhorto a todos a mantener la paz", indicó Modi en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, donde añadió que la situación "está siendo supervisada de cerca".

Por su parte, Kovind utilizó la misma red social para afirmar que la violencia y los daños a propiedades públicas son "altamente condenables tras un veredicto" judicial.

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El gurú sentenciado, al frente de la organización espiritual Dera Sacha Sauda (DSS, en hindi Lugar de la Verdad Real), es uno de los centenares de santones del país asiático, donde dice contar con 50 millones de seguidores.

El caso contra Singh se remonta a 2002, cuando una de sus supuestas seguidoras envió una carta anónima al entonces primer ministro de la India, Atal Bihari Vajpayee, acusándole de haberla violado tanto a ella como a otras mujeres.

El juicio comenzó finalmente en 2008, cuando dos mujeres se decidieron a testificar contra él por violación.

En su página web, se describe al líder de DSS como "santo espiritual", "icono de la juventud", "excelente médico" o "feminista".

Además de sus fieles, Singh también ha encontrado apoyo en Sakshi Maharaj, controvertido diputado del BJP, el partido gobernante en la India, que en declaraciones a la agencia ANI cuestionó que el tribunal no haya escuchado a los "millones de personas" en favor del gurú, sino a quien "alega explotación sexual".

Un exabrupto que encontró su respuesta en las palabras del premio Nobel de la Paz indio Kailash Satyarthi. "Protege a la víctima, no al violador. Nombra y avergüenza al violador, no a la víctima. Seamos verdaderos indios por nuestras hijas y no por los violadores", escribió este viernes Satyarthi.

Con información de Teresa Cambril (EFE)

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