El británico Toby Robbins, de 52 años, llevó a su familia una quincena de vacaciones a la playa de Turgutreis, en el sur de Turquía.
Disfrutaron los días bajo el sol del Mediterráneo y practicaron snorkel y buceo. Allí, bajo las aguas transparentes, Robbins halló 13 monedas que parecían ser muy antiguas y decidió llevarlas como recuerdo de vuelta a su casa.
Pero cuando estaba en el aeropuerto de Bodrum por tomar el avión de regreso, su maleta fue revisada por las autoridades aduaneras que, al hallar las monedas, lo acusaron de intentar robarse tesoros históricos del país.
Robbins fue arrestado y trasladado a la prisión de Milas. Ahora deberá enfrentar un juicio y podría recibir un condena de hasta tres años en prisión.
"Lo acusan de robarse valiosos objetos turcos, algo que obviamente él no sabía", dijo su amigo James Stoneham al diario The Sun. "Es un shock para todos. Habían pasado unas vacaciones geniales en familia y ahora él está en prisión y dicen que pasará allí al menos un mes".
Su esposa, Heidi, y sus dos hijos han regresado a Gran Bretaña, y el Foreign Office está dando asistencia legal al detenido.
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