Alrededor de 500 neonazis participaron el sábado en una manifestación en Berlín para honrar al lugarteniente de Hitler, Rudolf Hess, en el treinta aniversario de su muerte, bajo un gran despliegue policial y sin que se registraran incidentes, informaron los medios.
Según la Policía, los manifestantes fueron sometidos en carpas a un "intensivo control previo".
En declaraciones a la cadena regional RBB, el responsable de Interior de la ciudad-estado de Berlín, Andreas Geisel, subrayó que la manifestación con motivo de aniversario de la muerte de Hess, que se suicidó el 17 de agosto de 1987 a los 93 años en la cárcel donde cumplía pena por crímenes de guerra, fue permitida bajo estrictas condiciones.
"Me habría gustado mucho una prohibición. Lo estudiamos con mucho detenimiento y constatamos que los principios del orden fundamental de libertad y democracia también se aplican a los gilipollas", dijo.
El diario Bild informó de que alrededor de mil agentes velaron por la seguridad y para evitar enfrentamientos entre ultraderechistas y los varios centenares de contramanifestantes que también habían sido convocados, según indicó un vocero de la policía.
La marcha comenzó hacia el mediodía (10:00 hora GMT) en la estación de trenes del barrio berlinés de Spandau y poco después fue obstaculizada por manifestantes de izquierdas.
Partidos como los socialdemócratas, los verdes y La Izquierda, sindicatos y asociaciones contra la ultraderecha apoyaron las contramanifestaciones.
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Con información de EFE