El polaco Yisrael Kristal murió el viernes a los 113 años de edad, tras una intensa vida en la que fue sobreviviente de la Primera Guerra Mundial y el Holocausto, luego de lo cual emigró a Israel.
Kristal había sido reconocido en 2016 como el hombre más viejo del mundo, según el Libro Guinness de los récords, y ese mismo año también se hizo conocido por recibir su bar mitzvah casi 100 años después de lo habitual, ya que la celebración original tuvo que suspenderse en 1916 debido a la Gran Guerra, según reportó la BBC.
Nació en la aldea de Zarnow, al sureste de Varsovia y en la zona de Polonia por ese entonces incluida dentro del Imperio ruso, en 1903 y era hijo de un académico sobre la religión.
Sus dos padres murieron en la Primera Guerra Mundial, cuando Zarnow quedó dentro de la zona de batalla entre Alemania, Austria-Hungría y Rusia.
En 1920 y tras el fin de la guerra, Kristal se mudó a la ciudad de Lodz, 72 kilómetros al norte de Zarnow, y comenzó a trabajar en el negocio de los dulces y la confitería.
Entonces, en 1939, llegaron los nazis y Kristal y su familia fueron enviados al ghetto de Lodz, donde murieron sus dos hijos pequeños.
Tras esta tragedia el ghetto fue destruido y él y su esposa, Chaja Feige Frucht, enviados al campo de exterminio de Auschwitz.
Allí, en el más grande de los campos del nazismo y donde murieron más de un millón de personas, Chaja fue asesinada.
Kristal en cambio fue retenido con vida y utilizado como mano de obra esclava. Cuando las tropas soviéticas liberaron el campo en enero de 1945 pesaba apenas 37 kilos.
Pero logró recuperar su salud, volvió a casarse y tener hijos y en 1950, cuando ya era el único sobreviviente de su familia, emigró a Israel y retomó el negocio de los dulces en la ciudad de Haifa, hasta su retiro.
"Hubo hombres más inteligentes, más fuertes y más apuestos que yo que murieron hace tiempo", dijo en 2016, cuando el Libro Guinness de los récords lo designó como el hombre más viejo del mundo.
Kristal falleció el viernes, un mes antes de cumplir 114 años, y fue enterrado el sábado. "Estamos seguros de que murió con un corazón tranquilo, sabiendo que sería enterrado en la tierra de Israel. La mayoría de las personas que él conoció no tuvieron la fortuna de ser enterrados, muchos menos en Israel", dijeron miembros de su familia, según Haaretz.
"A pesar de todo lo que le pasó, tenía mucho optimismo y él siempre veía la luz y lo bueno en todo", agregaron.
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