"Vivir en Guam es una dicotomía: una isla hermosa en medio del Pacífico occidental que juega un papel estratégico importante en asuntos mundiales alarmantes", escribió Shannon Murphy, residente de la isla en un artículo sobre cómo vive la población local la amenaza de Kim Jong-un sobre un inminente ataque con misiles.
"Nos despertamos con amaneceres coloridos, manejamos hasta el trabajo al borde del azul profundo del Océano Pacífico, vemos arcoiris brillantes y formaciones espectaculares de nubes. La vida de los arrecifes, las cascadas, las playas y los atardeceres son siempre asombrosas", ilustró la primera parte de la dicotomía en The Washington Post.
"Pero —desplegó la segunda— también vemos a diario soldados en sus uniformes, buques de guerra, submarinos que sabemos que están fuertemente armados, y aviones militares enormes y helicópteros. Aquí se hacen regularmente ejercicios militares internacionales. Prácticamente todos en la isla tienen al menos un familiar en las fuerzas armadas".
Acostumbrados a "ser tratados como un peón en los juegos estratégicos de otros poderes", agregó la periodista que edita guampedia.com, esta semana los habitantes de Guam recordaron "la época devastadora" de la Segunda Guerra Mundial. "Mientras el presidente [Donald] Trump y el presidente norcoreano Kim Jong-un se amenazaban mutuamente, nos hacían sentir a todos en Guam como si tuviéramos una diana en la espalda", escribió.
La pequeña isla tiene una población de 160.000 personas —el pueblo chamorro, que son ciudadanos estadounidenses— y casi 5.000 tropas del Pentágono: "Todos nos conocemos", sintetizó Murphy. Como el principal recurso material es la belleza natural, Guam recibe 1,3 millones de turistas por año, sobre todo de los países asiáticos.
Desde que comenzó el crescendo de amenazas sobre el impacto de un misil —y la posibilidad de que tenga una cabeza nuclear—, los habitantes hacen bromas para bajar la tensión. Pero también reciben llamados angustiados de amigos y familiares fuera de la isla: "Nos ruegan que salgamos y vayamos a un lugar más seguro. Las redes sociales están cargadas de estas conversaciones y la gente está enojada porque esto suceda de nuevo", detalló la autora.
Una mujer le contó que su hijo la había llamado desesperado: era el único de la familia que estaba fuera de la isla. "Si bombardean Guam, estará solo en el mundo", le dijo. La mujer intentó tranquilizarlo: todos confiaban en que cualquier misil serían interceptado. Le pidió que rezara por la paz.
"Otra amiga me dijo que le había salido un sarpullido debido al estrés. Tiene una nieta entre los militares de la Zona Desmilitarizada [en la frontera entre Corea del Norte y Corea del Sur] y teme por su seguridad", escribió Murphy.
La muchacha acababa de hablar con la abuela, no obstante lo cual los síntomas de la mujer no menguaron: los habían inmunizado contra algunas sustancias tóxicas y les habían cambiado la ropa por uniformes protectores. Le dijo que no se preocupara y que tendría dos minutos para actuar en caso de ser atacados. "Cuando cortó, mi amiga lloró porque sabía que su nieta estaba terriblemente asustada y sólo trataba de ponerle buena cara al mal tiempo".
Algunos veteranos discuten los lugares posibles de conflicto y recuerdan que en la guerra nuclear todo el mundo pierde. Un vecino de la autora le dijo que eligió vivir sin miedo y con coraje, porque sólo se vive una vez. "Otra dijo que no va a permitir que esto le arruine la vida: va a continuar con sus rutinas cotidianas y se pone en las manos de Dios".
Mientras tanto, el gobernador Eddie Baza Calvo habló con CNN en el Museo de Guam, donde cobra una actualidad inquietante una muestra sobre la ocupación japonesa durante la Segunda Guerra Mundial. "No hay pánico", dijo Calvo. "No intento ignorarlo ni restarle importancia. Comprendemos las amenazas, pero a la vez no queremos poner a nadie en pánico, y no queremos sacar conclusiones en base a retórica". Kim, dijo, ha amenazado la isla desde 2013.
Otros —señaló The Washington Examiner— han aprovechado para aludir a una retórica complementaria, la del presidente Trump: los independentistas. Guam está en esta posición por ser un territorio no incorporado bajo la soberanía de los Estados Unidos.
"Muchos de los sentimientos de angustia y de miedo se deben a Donald Trump y su enfoque impulsivo", dijo Michael Bevacqua, un profesor de Estudios Chamorros en la Universidad de Guam que defiende la independencia de la isla. "En el pasado escuchábamos esta retórica grandiosa y delirante de Corea del Norte pero ahora, en los últimos días, cuando Corea del Norte dijo algo agresivo, Trump respondió con algo aún más agresivo".
El republicano Calvo agregó que el escudo antimisiles THAAD de los Estados Unidos es el último estrato de un paraguas de defensa que protege el pequeño territorio. "En el Pacífico hay capas para la defensa misilística", dijo a CNN. "Y ahora hay inclusive un sistema THAAD en Corea del Sur. Es decir que hay potenciales defensivos de diferentes grados entre Corea del Norte y Guam".
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