Los misteriosos crustáceos son probablemente "piojos de mar", invertebrados llamados copepdos, pertenecientes a la familia Caligidae
Un joven de 16 años dijo que sus piernas comenzaron a sangrar después de que unas misteriosas criaturas marinas lo mordieran mientras se bañaba en una playa australiana.
La familia del adolescente aseguró que la heridas fueron causadas por unas pequeñas criaturas marinas que se lo estaban comiendo vivo. "Comían la piel de Sam y lo hicieron sangrar abundantemente", dijo el padre del chico, Jarrod Kanizay.
Tras ser llevado al hospital, los propios doctores quedaron asombrados con el caso, al que no le encontraron una explicación.
Por eso, el padre del chico decidió investigar por su cuenta las posibles causas. Al día siguiente se dirigió a la playa con un trozo de carne y capturó a cientos de las criaturas que, según él, atacaron al hijo.
"Capturé algunos bichos durante la noche en la bahía. Puse carne en la red y la comieron como si no hubiera un mañana", dijo el hombre, según el Daily Mail. "Los llevamos a casa y se pegaron a la carne. Chuparon toda la sangre", agregó.
La experta en invertebrados marinos de la Universidad de New South Wales, Alistair Poore, aseguró que nunca vio un caso similar. Además, dijo a The Guardian que los mordiscos deben haber sido causados por un invertebrado marino, conocido popularmente como "piojo de mar" (el nombre científico es copepdo, de la familia Caligidae).
La descripción de padre del muchacho parece confirmar la hipótesis de la investigadora.
"Son bichitos parecidos a pulgas", dijo. "Sospecho que lo agarraron miles de estos bichos".
El hombre agregó que llevó los crustáceos al hospital, donde serán analizados para determinar de qué especie se trata.
El hombre difundió además un video que muestra a las criaturas devorar trozos de carne roja. "Lo que está claro es que estas pequeñas cosas aman la carne", dijo Kanizay.
Al no poder detener la herida del hijo, el hombre lo trasladó al hospital. "Había una pileta de sangre en el piso", relató.
Cuando lavaron la sangre, los médicos pudieron ver los cientos de diminutos agujeros en las piernas.
Afortunadamente, el adolescente dejó de sangrar al día siguiente: se recuperará completamente.
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