Cuando Ryan Lock, un chef británico de 20 años, le dijo a su familia que se iría de vacaciones a Turquía con amigos, nadie levantó ni una ceja de sospecha. Grande fue la sorpresa de su madre al recibir un mensaje en el que su hijo le informaba que se uniría a la lucha contra el Estado Islámico. Tras el shock, lo apoyó: "Estoy orgullosa de ti. Por favor, cuídate y vuelve a casa".
El joven se unió a las milicias kurdas, supuestamente como médico y cocinero, pero terminó en el frente de batalla. Lamentablemente, meses después, la familia recibió la noticia de su muerte. Y lo hizo de la peor manera: su padre vio una foto del cadáver exhibido en una web del ISIS como un trofeo de guerra.
Sin embargo, esta semana recibieron un consuelo al recibir el informe médico, que elevó a Lock a la categoría de héroe por su comportamiento en los últimos minutos.
David Horsley, médico forense, se negó a calificar como "suicidio" la muerte del uniformado. En su lugar, explicó que Lock, sin experiencia militar previa, fue herido en la pierna y se vio rodeado de fuego yihadista, cerca de Raqqa, por lo que tomó una difícil decisión.
"Durante una batalla con el Estado islámico, Ryan entregó su vida por una causa a la que se dedicó por completo. Era un joven muy valiente. Murió haciendo algo en lo que creía apasionadamente. Creo que ese debe ser el recuerdo, hemos perdido a un hombre heroico", aseveró el investigador, según recoge The Guardian. Lock se disparó cuando se vio solo y rodeado de las fuerzas enemigas, consciente de que estaba a punto de ser capturado y con un horroroso destino, que podría haber servido a la propaganda terrorista.
Su cuerpo fue eventualmente recuperado por la milicia y repatriado a suelo británico, donde unos 30 kurdos que viven en el Reino Unido lo recibieron como a un héroe. Además, la familia recibió una carta de un hombre identificado como AJ Woodhead en la que lo elogió por su valentía. "Murió como vivió, fiel a él mismo y a los más altos estándares militares", indicó. Lock era conocido en las filas antiyihadistas como "Berxwedan Givara", un nombre que significa "resistencia Guevara", en referencia al "Che".
No obstante, su madre se mostró critica con las fuerzas kurdas. "Si no fuera por ellos, mi hijo no habría muerto. Están tomando gente joven y poniéndolas en situación de combate con muy poco entrenamiento. Sorpresa, sorpresa, los padres pierden a sus hijos", ironizó.
Según describió, Ryan era un tipo tranquilo y reservado, y nada hacía pensar que dejaría su trabajo (en la cocina, con la empresa de su padre) para unirse a la guerra en Medio Oriente. Unos días antes de su viaje, el joven vio en las noticias un video sobre la muerte de mujeres y niños en la región. "Es una vergüenza que nadie haga nada por ellos", comentó.
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