Las puertas de Corea del Norte siguen "abiertas" para los turistas estadounidenses, dijo Pyongyang este viernes, a pesar de que Washington prohibió a sus ciudadanos viajar allí tras la muerte de un estudiante norteamericano preso en el país asiático.
La prohibición estadounidense, que entra en vigor el 1 de septiembre, se estableció al considerar que el "serio riesgo" de arresto por las autoridades de Pyongyang durante los viajes de turismo representaba un "peligro inminente a la seguridad física" de sus nacionales.
La decisión fue motivada por la muerte de Otto Warmbier, un estudiante estadounidense de 22 años que fue sentenciado a 15 años de trabajos forzados en Corea del Norte por intentar robar un afiche propagandístico durante un viaje como turista.
En junio fue devuelto a su país en estado de coma y murió poco después.
"Siempre dejaremos nuestras puertas abiertas a cualquier ciudadano estadounidense que quiera visitar nuestro país por buena voluntad", dijo un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores en una declaración difundida por la agencia de prensa oficial KCNA.
El portavoz no dio detalles sobre cómo podrían viajar los visitantes norteamericanos al país.
El Departamento de Estado ha declarado inválidos los pasaportes estadounidenses para viajar a Corea del Norte o pasar por el país.
"No hay ningún motivo para que los extranjeros sientan amenazas a su seguridad" en Corea del Norte, dijo. Algunos estadounidenses enfrentaron "el castigo de acuerdo con las leyes" del país por cometer crímenes contra el Estado, añadió.
Las empresas de viajes dicen que unos 5.000 turistas occidentales visitan Corea del Norte cada año, el 20% de ellos son estadounidenses.
La muerte de Warmbier se sumó a las tensiones en la región por las ambiciones armamentísticas de Corea del Norte.
(Con información de AFP)
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