Es una peligrosa e inexplicable tradición en algunos países árabes: los novios o algunos de sus amigos más cercanos toman un arma y disparan al cielo en medio del casamiento. Es una forma muy peculiar de celebrar. Como si se tratara de fuegos artificiales, solo que las probabilidades de matar a alguien son muy altas.
En estas horas se difundió en las redes sociales un video que enseña el costado más trágico de esta práctica. Grabado en plena boda, muestra a un invitado rodeado de gente, que saca una pistola y comienza a disparar.
Cuando la baja, intenta ponerle el seguro o descargarla, pero por error vuelve a disparar, solo que apuntando hacia un costado. El tiro le atravesó el rostro a una niña que estaba a su lado.
La boda se suspendió y la menor fue llevada a un hospital en estado crítico. Por el momento, no hay información acerca de su evolución.
La trágica escena es muy similar a una registrada hace exactamente dos semanas en Bteghrine, en el Líbano. El novio tomó un fusil, abrió fuego e hirió accidentalmente al camarógrafo, que lo estaba filmando en ese mismo momento.
La víctima fue trasladada al Centro Médico Bhannes, donde la atendieron. Sin embargo, en medio de su locura, el novio y sus amigos comenzaron a agredir a los médicos y enfermeros.
"Honestamente, no tengo explicación para lo que hicieron. Trajeron al herido y luego golpearon a los que estaban atendiéndolo", contó Michel Chahine, director del hospital, consultado por The Daily Star.
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