Tras la victoria en Mosul, qué territorios quedan bajo el control del Estado Islámico en Irak

La pérdida de la ciudad más grande de su "califato" ha sido un golpe para el grupo terrorista, pero aún ocupa tres regiones en diferentes puntos del país. Cuál será la prioridad del Ejército y las milicias para retomarlas

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Una “selfie” junto a un cartel en tierras controladas por el ISIS (AFP)
Una “selfie” junto a un cartel en tierras controladas por el ISIS (AFP)

La liberación total de Mosul de manos del Estado Islámico (ISIS, en inglés) anunciada el domingo es una grave derrota para el grupo terrorista, que ha perdido la mayor de las ciudades que alcanzó a controlar bajo el "califato" y tras su ofensiva de 2014.

En ese momento el ISIS había llegado a imponerse en amplias regiones de Irak, llegando a capturar incluso la ciudad de Fallujah, a 50 kilómetros de la capital Bagdad.

El ejército iraquí comenzó en 2015 una campaña de reconquista tras lo cual recuperó gran parte de lo perdido, pero aún quedan territorios y poblaciones bajo el dominio fanático de los yihadistas.

Tal Afar

Es una ciudad de 200.000 habitantes, aunque se cree que ese número puede haber bajado drásticamente por las evacuaciones y los combates. Se encuentra 60 kilómetros al oeste de Mosul y en camino hacia la frontera siria.

Fue capturada por el ISIS en 2014 y es la última localidad que controla en el norte de Irak.

Se trata de un enclave chiita en una zona del país mayoritariamente poblada por sunitas. Por esta razón hay fuertes presiones de las milicias chiitas que acompañan al ejército iraquí para liderar el ataque y ocupar la ciudad tras su captura.

"La insistencia de las milicias chiitas en controlar Tal Afar, mientras que Estados Unidos y Turquía rechazan siquiera permitir que estas milicias participen en la batalla", podría llevar a conflictos, dijo Patrick Martin, analista del Instituto para el Estudio de la Guerra, a la AFP.

Precisamente debido a estas tensiones sectarias esas mismas milicias, apoyadas por Irán, no formaron parte del asedio a Mosul, ciudad sunita, y se mantuvieron en las afueras asegurando el perímetro.

Milicias chiitas leales al gobierno iraquí operando en las cercanías de Tal Afar(AFP)
Milicias chiitas leales al gobierno iraquí operando en las cercanías de Tal Afar(AFP)

Hawija

Casi 200 kilómetros al sureste de Mosul y 300 al norte de Bagdad, Hawija es una ciudad de 100.000 habitantes en la zona de Kirkuk, controlada por los kurdos.

Fue tomada por el ISIS desde 2014 y desde entonces ha sido escenario de fuertes combates y violencia.

La presencia de los "peshmerga" kurdos en la región, que controlan territorios en el norte de Irak y este año esperan celebrar un referéndum independentista, transforma a la ciudad en un objetivo político de Bagdad para evitar más brotes de separatismo.

"Es un nido de riesgos, una isla sin gobierno", dijo a la AFP el analista Michael Knights, quien considera que esta zona será sin lugar a dudas tratada en último lugar.

Vehículos militares de las fuerzas kurdas patrullan las calles de una ciudad en Kirkuk
Vehículos militares de las fuerzas kurdas patrullan las calles de una ciudad en Kirkuk

Al Qaim

Sobre el río Éufrates y en la frontera con Siria, esta ciudad de 150.000 habitantes es la última localidad que el ISIS retiene en la provincia de al Anbar, que capturó casi en su totalidad en 2014.

Se encuentra 400 kilómetros al noroeste de Bagdad y se hizo famosa en la década de 1980 como centro de extracción y procesamiento de uranio para el abortado programa nuclear iraquí, según destaca la Agencia Internacional para la Energía Atómica.

Al Qaim y sus alrededores serán difíciles de capturar y retener debido a su cercanía con Siria, desde donde el ISIS aún puede montar contraataques.

Zonas bajo peligro

En las áreas al rededor de estos tres focos yihadistas en Irak persiste aún el peligro del accionar de células dormidas o ataques terroristas.

Más allá del control real del ISIS, grandes porciones de Irak siguen vulnerables al brote de células dormidas o a ser blanco de atentado terroristas. En la foto, un reciente ataque en Bagdad
Más allá del control real del ISIS, grandes porciones de Irak siguen vulnerables al brote de células dormidas o a ser blanco de atentado terroristas. En la foto, un reciente ataque en Bagdad

Especialmente las tensas relaciones entre la minoría sunita en el país y la mayoría chiita, que controla el gobierno, pueden abrir puertas para la recuperación del grupo terrorista, que es también sunita.

Estas tensiones allanaron el camino al avance del ISIS en 2014, que se concentró en gran medida en las zonas sunitas del país con el fin de generar empatía en la población.

Por esta razón el Irak pos conflicto se enfrentará no sólo a la necesidad de reconstruir el país sino también de lograr una reconciliación entre sunitas y chiitas.

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