El iceberg -uno de los mayores jamás vistos- se está desprendiendo de la barrera Larsen C, ubicada al este de la Península Antártica, donde se encuentran muchas bases científicas latinoamericanas, y la fisura "mide ahora unos 200 km de largo", precisó la ESA en un comunicado emitido a fines del mes de mayo.
"Será, con seguridad, uno de los 10 mayores icebergs, aunque solo disponemos de unas pocas décadas de observaciones", explicó a El País el glaciólogo Adrian Luckman, de la Universidad de Swansea, en Reino Unido. El científico lidera el proyecto Midas, una misión británica para investigar los efectos del calentamiento global en Larsen C.
En los últimos meses, Luckman ha asistido al imparable avance de la grieta en la barrera de hielo. "Llevo semanas esperando el desgajamiento, pero estos procesos son muy difíciles de predecir. Puede que todavía tarde unos días más", señala.
Por su parte, utilizando informaciones provistas por el satélite CryoSat, Noel Gourmelen, de la Universidad de Edimburgo, declaró: "Establecimos la altura del hielo por encima del océano y calculamos que el iceberg final tendrá una espesura de unos 190 metros y contendrá unos 1.155 km cúbicos de hielo".
Los icebergs se despegan continuamente de la Antártida pero este, de una superficie de 6.600 km2, es particularmente grande y debe ser vigilado puesto que podría ser peligroso para la circulación marítima, subrayó la ESA.
Una vez liberado, el iceberg no tendrá ningún impacto en el nivel de los océanos, puesto que ya flota en el agua. Sin embargo, el geólogo Jerónimo López, ex presidente del máximo órgano internacional de la investigación antártica, aseguró: "El desprendimiento debilita el frente de la barrera, su muro de contención. Y se puede acelerar el empuje de los glaciares que están detrás. Ese hielo sí que está sobre el continente y puede aumentar el nivel del mar si se derrite. Ahí está la relevancia de este fenómeno".
"Larsen C" podría seguir el ejemplo de "Larsen B", otra barrera de hielo que se desintegró de forma espectacular en 2002. Una tercera plataforma glaciar, "Larsen A", desapareció en 1995.
La ESA vigila la evolución de "Larsen C" con sus satélites CryoSat y Copernicus.
El desprendimiento de grandes bloques de hielo es un proceso natural en los polos, pero el calentamiento del aire y de los océanos lo acelera, según los investigadores.
Con información de AFP