Recorrió más de 2.000 kilómetros en bicicleta para escuchar los latidos de su hija muerta

Bill Conor vivió la peor experiencia de su vida hace cuatro meses. Su hija, Abigail, de tan solo 21 años, murió ahogada en una piscina. Luego de la tragedia, una discusión elevó la tensión y el dolor en la familia. Ella había decidido que quería ser donante de órganos. Sus padres nunca habían prestado atención a esa decisión que había tomado años atrás, sencillamente porque nunca pensaron que estarían en esta situación. Finalmente cumplieron el deseo de la joven y su corazón sirvió para que otro joven sí pudiera vivir.

Jack Lamouth, un chico de 21 años , comenzó una nueva vida gracias a la generosidad de Abigail.

Meses después, Bill supo quién había recibido el corazón de su pequeña y decidió emprender una aventura de 2.200 kilómetros en bicicleta para conocerlo y "despedirse" de su hija.

Según detalla La Vanguardia,  el momento del encuentro fue inmortalizado en un video que se ha vuelto viral en todo el planeta. Es el encuentro entre la generosidad de un padre que ha perdido a su hija y un chico que vive precisamente gracias a la trágica pérdida de ella. Luego del abrazo, Bill escuchó los latidos de Abigail.

"Abbey está viva dentro de él. Estoy muy feliz por él y su familia y, al mismo tiempo, estoy feliz por reunirme con mi hija", declaró Connor a la cadena CBS tras el ansiado encuentro. "Se trata de no ser egoísta. De no enterrar partes de nuestro cuerpo que podrían ayudar a vivir a otras personas", explicó el padre para concientizar sobre la importancia de donar órganos.

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