Corea del Norte disparó este martes un misil balístico que cayó en el Mar de Japón, indicaron fuentes militares en Seúl y Washington, en una nueva provocación de Pyongyang horas antes de las celebraciones del 4 de julio en Estados Unidos.
La nueva escalada de tensión internacional en pleno Día de la Independencia estadounidense se produce días después de que el presidente norteamericano Donald Trump y el nuevo mandatario surcoreano Moon Jae-In examinasen juntos la "amenaza" que representa el régimen comunista.
Poco después, y tras haber adelantado un "anuncio importante", el régimen dijo que lanzó con éxito un misil intercontinental, el nuevo Hwasong-14.
El anuncio de la televisión estatal de Corea del Norte
Anteriormente, las las Fuerzas Armadas surcoreanas indicaron en un comunicado que un "misil balístico no identificado" había sido disparado desde un sitio cercano a Banghyon en la provincia norcoreana de Phyongan del Norte, precisando que el misil cayó en el Mar de Japón.
El jefe de gabinete japonés Yoshihide Suga dijo por su parte en Tokio que el misil había volado "durante unos 40 minutos", es decir un tiempo inusualmente largo.
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"Este lanzamiento de un misil balístico nunca podrá ser tolerado, Japón protestó enérgicamente ante Corea del Norte por el mismo y lo condenó", indicó a la prensa.
"Se estima que el misil alcanzó una altitud que superó con mucho los 2.500 km, voló durante 40 minutos, recorrió 900 km y cayó en el Mar de Japón", afirmó más tarde el ministerio de Defensa japonés en un comunicado.
Según David Wright, experto de la oenegé Union of Concerned Scientists, Corea del Norte ha ido aumentando el alcance de sus misiles y este último cohete, por sus características, podría haber impactado "en cualquier lugar de Alaska".
El Comando de Estados Unidos en el Pacífico confirmó que el misil lanzado desde tierra, de mediano alcance, fue rastreado durante 37 minutos y que cayó en el Mar de Japón. No implicó una amenaza para Estados Unidos, aseguró el comando.
Tras una primera cumbre sostenida con Moon Jae-In la semana pasada en Washington, Trump había dicho que la "amenaza" norcoreana requería una "respuesta firme".
Pyongyang ha lanzado varios misiles desde la llegada al poder de Moon en Corea del Sur, favorable a imponer más sanciones para impedir a al vecino comunista desarrollar su poderío nuclear imponiéndole más sanciones, aunque tampoco cerró la puerta al diálogo.
Tras el disparo del martes, Moon convocó de inmediato una reunión del Consejo de Seguridad Nacional en Seúl para examinar la respuesta.
Desde que llegó a la Casa Blanca, Trump buscó convencer a China que ejerza su influencia para contener al gobierno de Corea del Norte, aunque por el momento la opción no ha mostrado resultados.
La situación se tornó aún más tensa después que el gobierno de Pyongyang liberó y envió de retorno al estadounidense Otto Warmbier, quien había sido detenido hace 18 meses en Corea del Norte.
Warmbier llegó a Estados Unidos en coma y falleció pocos días después a causa de una infección cerebral cuya causa nunca fue esclarecida.
Pyongyang busca desarrollar un misil balístico intercontinental capaz de transportar cabezas nucleares.
Paquetes sucesivos de sanciones impuestos por la ONU desde un primer ensayo nuclear norcoreano en 2006 no han logrado disuadir a Pyongyang de seguir adelante con sus programas.
Corea del Norte ya llevó a cabo cinco ensayos nucleares subterráneos, dos de ellos en 2016, e intenta dotarse de misiles intercontinentales capaces de transportar una carga atómica.
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