Desde enero de 2015, varias ONG europeas y estadounidenses vienen investigando y alertando sobre un gran número de videos en YouTube que apoyan de forma directa a los combatientes yihadistas, al tiempo que ensalzan el papel del shahid (mártir) y la shuhada (martirio) con el fin de exponer y expandir sus acciones e ideología y poner a prueba la función de alerta de la plataforma en su bloqueo de la promoción al terrorismo.
La investigación se basó en el seguimiento y estudios realizados por expertos en ciberterrorismo y analistas en terrorismo islámico en Google y YouTube que comenzaron a recabar información en Europa, EEUU, Canadá, Australia y América Latina desde el año 2006.
Las investigaciones han permitido el acopio de infinidad de información sobre organizaciones, instituciones civiles y religiosas e individuos que han subido a Youtube material favorable al terrorismo islamista como también opiniones de odio y comentarios de apoyo que constituyen la base primaria de las investigaciones sobre ciberterrorismo en Bruselas y en Washington, y son la prueba palmaria de la rápida expansión del yihadismo en Internet.
El trabajo de la Unión Europea finalmente ha visto su frutos el último viernes cuando el parlamento alemán aprobó una ley destinada a las redes y herramientas sociales que multará a empresas y organizaciones en Europa con hasta 50 millones de euros si no eliminan el contenido "declarado delictivo" en un plazo legal que les será notificado a las compañías.
La aplicación será primero en jurisdicción de la UE pero con la adhesión de los EEUU lo propio harán la ONU y la OEA informando previamente a sus países miembros.
La medida aprobada el viernes está diseñada para hacer cumplir los límites existentes en Alemania pero se extenderá a la jurisdicción de la UE e incluirá la prohibición de larga data sobre la negación del Holocausto. Alemania tiene varias de las leyes más duras del mundo sobre la difamación, la incitación pública a cometer crímenes y las amenazas de violencia con penas de prisión por negación del Holocausto o incitación al odio contra minorías. Sin embargo pocos casos en línea eran procesados hasta el presente.
La ley da a Facebook, YouTube y otros sitios en línea 24 horas para eliminar o bloquear el discurso de odio o contenido criminal y siete días para tratar casos menos claros.
El ministro alemán de Justicia Heiko Maas argumentó que los medios sociales no han podido evitar que sus sitios sean utilizados para difundir opiniones difamatorias, agravios a minorías e individuos por su creencia o profesión con acusaciones falsas, y que ello llegara su fin con una legislación aplicable en todos los continentes.
Tanto la UE como la ONU y la OEA sostienen que es una ley con una reglamentación a medida para "acabar con la ley de la selva en internet" que no infringirá la libertad de expresión. Sin embargo, los expertos en derechos humanos y las empresas de Internet han expresado su preocupación por la ley que corre el riesgo de privatizar el proceso de censura y afectar los derechos.
Otro punto relevante de controversia se da con la publicidad paga en Google, particularmente la que se publica junto a videos de los terroristas en Youtube. Luego de los ataques islamistas en Francia, Bélgica e Inglaterra esto es causa de quejas por parte de quienes rechazan que la publicidad de sus empresas aparezca junto a los videos islamistas.
A mediados de marzo de 2017 las empresas más importantes comenzaron a poner límites o reducir los acuerdos de publicidad con Google acusando a la compañía de permitir que sus marcas se entrelacen con contenido terrorista en YouTube. Entre las empresas que han planteado a Google retirar su publicidad están AT&T, Verizon, Johnson & Johnson, Enterprise Holdings (una empresa de vehículos de alquiler) y el fabricante mundial de medicamentos GSK.
Según informes de los medios de comunicación británicos y estadounidenses, han aparecido anuncios de las empresas mencionadas junto a videos en YouTube cargados por usuarios musulmanes partidarios del yihadismo que promueven el odio, el extremismo.
Tras los ataques de Londres del 3 de junio de 2017, Google sufrió más presiones. El 6 de junio, los medios de comunicación británicos informaron que Google se negó a eliminar videos extremistas y difusores de odio de YouTube que pudieron inspirar a los atacantes. En EEUU la situación no es diferente y en América del Sur la situación se agrava en muchos casos.
El fenómeno de los yihadistas que publican videos en YouTube de combatientes "martirizados" en los frentes de combate en Siria, Afganistán, Yemen, Somalia, Irak y ciudades europeas ha ido creciendo durante los últimos años. Entre los mártires que aparecen en los videos se encuentran prominentes militantes terroristas, escritores conocidos en foros yihadistas y elementos de diversas organizaciones terroristas islámicas procedentes de Oriente Medio y otros países, incluyendo miles de ciudadanos occidentales convertidos al Islam.
Estos videos de martirios sirven para múltiples propósitos: dar a conocer los últimos deseos de los mártires, celebrar sus acciones, informar a los familiares y amigos de sus muertes y en especial, inspirar a otros al describir a los mártires como héroes que deben ser emulados.
Los videos también han sido difundidos por grupos y personas radicalizadas y simpatizantes del islamismo en las redes sociales para promover a las organizaciones yihadistas y publicitar mensajes de odio.
Entre los videos de martirio y los comentarios que examinan las agencias de informaciones occidentales en YouTube durante los últimos 10 años están los que muestran y celebran a los islamistas muertos, estos mártires también son honrados en las redes sociales, incluyendo Twitter, Instagram y Facebook.
YouTube sigue siendo un importante destinatario de estos videos que se cuentan por miles en el portal, y la eliminación de contenido yihadista en YouTube es irregular; en los últimos dos años varios países occidentales han trabajado arduamente eliminando los videos del ISIS, pero han descuidado eliminar los videos de Hezbollah y Al-Qaeda, así como también los de Jeques radicales como Anwar Al-Awlaki y Hassan Nasrallah.
Los videos señalados como parte de este estudio incluyen aquellos centrados en los mártires del mundo musulmán. El proyecto de Laboratorio Yihadista Cibernético (LCY) de la Unión Europea es apoyado por Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos, ambas organizaciones preparan su aplicación de forma amplia.
Naciones Unidas señaló que durante 2017, 115 videos de martirio y ataques terroristas fueron subidos a You Tube, de esos 115 vídeos muchos fueron bloqueados pero 69 permanecen activos, lo que destaca el fracaso del sistema de señalización de YouTube y la necesidad de la legislación para erradicar el accionar islamista en línea.