La Iglesia de Inglaterra admitió haber ocultado los abusos sexuales de un obispo

El arzobispo de Canterbury indicó que la institución anglicana "se coludió" durante décadas con el sacerdote anglicano Peter Ball y lo apoyó para librarse de las acusaciones

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El obispo Peter Ball, condenado por abusos sexuales
El obispo Peter Ball, condenado por abusos sexuales

El titular de la Iglesia de Inglaterra admitió este jueves que la institución "se coludió" con el obispo Peter Ball, condenado por abusos sexuales, para ocultar sus crímenes durante décadas, luego de la publicación de un informe independiente que denunció el ocultamiento.

Justin Welby, arzobispo de Canterbury, declaró que la iglesia anglicana no ayudó a "aquellos que fueron valientes en denunciar los abusos", lo que consideró "impactante e inexplicable".

Ball fue condenado en 2015 a 32 meses de prisión por sus delitos sexuales, realizados entre las décadas de  1970 y 1990, sobre al menos 18 jóvenes aspirantes al clero, varios de ellos menores de edad, a quienes obligaba a rezar desnudos. Sin embargo, fue liberado en febrero después de 16 meses tras las rejas.

El reporte denunció que Ball "usó la religión como un manto" para llevar a cabo sus abusos y que la Iglesia falló en responder apropiadamente durante un largo período. Además, acusó a Ball de causar "serios y duraderos daños" en la vida de muchos hombres. "La Iglesia, en su nivel jerárquico más alto, lo apoyó de forma imprudente", sentenció.

Ball abusó de al menos 18 menores, uno de ellos de 12 años
Ball abusó de al menos 18 menores, uno de ellos de 12 años

El documento apunta principalmente contra el ex arzobispo Lord Carey, quien consideró en una carta escrita en 1993 que Ball era "básicamente inocente". Además, al menos seis denuncias reportadas al interior de la iglesia no fueron comunicadas a la policía y se realizaron esfuerzos para que no se vuelvan públicas, priorizando la reputación de la iglesia por encima del apoyo a las víctimas.

En un comunicado, Carey ofreció su descargo, considerando al reporte como "una lectura profundamente incómoda" y discupándose con las víctimas. "Creí en la versión de Peter Ball y le di muy poca credibilidad a las denuncias de los jóvenes y niños vulnerables", reconoció.

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