Al menos 30 personas murieron en el incendio desatado el miércoles en una torre residencial en el oeste de Londres, confirmó hoy el comandante Stuart Cundy, de la Policía Metropolitana de Londres (Met).
En una comparecencia ante los medios, el alto mando policial señaló además que "en estos momentos, no hay nada que sugiera que el fuego fue provocado deliberadamente" e indicó que "tristemente" no esperan "encontrar más supervivientes". Pero sí probablemente más personas fallecidas.
Entre los que salieron con vida del edificio, hay 24 que continúan hospitalizados, de los cuales 12 se encuentran en estado crítico. En su último parte oficial, el Servicio Nacional de Salud (NHS) indicó que esos heridos reciben tratamiento médico en cuatro hospitales de la capital británica.
Los servicios de emergencia hablan de "docenas" de desaparecidos en el siniestro. Por eso hay medios de comunicación locales que especulan con que el fuego desatado en la torre Grenfell —un bloque de 120 viviendas de 24 plantas, donde vivían entre 400 y 600 personas, en el barrio de North Kensington— habría dejado "más de 150 fallecidos". Por el momento, no obstante, las cifras oficiales están muy lejos de esos guarismos.
El inmueble calcinado, cuyos sistemas de seguridad están siendo duramente cuestionados por estas horas, empezó a arder cerca de las 00:15 GMT el pasado miércoles y las llamas se propagaron en apenas media hora y cubrieron toda la torre. Eso dificultó enormemente el escape del edificio por parte de los residentes, muchos de los cuales quedaron atrapados.
Los expertos cuestionan el revestimiento del inmueble, colocado en 2015. La razón es que contenía polietileno, lo que podría explicar la rapidez con la que se propagó el fuego.
El ministro de Comunidades británico, Sajid Javid, afirmó hoy que el Gobierno "hará lo que haga falta" y adoptará medidas inmediatas con el objeto de socorrer a los afectados por la tragedia. "Tenemos que hacer lo que sea necesario para lograr que las personas que viven en esas propiedades estén seguras: eso implica o bien acondicionarlas para que sean seguras o encontrar otro tipo de alojamiento", afirmó hoy el político conservador a la emisora BBC Radio 4.
"Es horrible que en este país, en este siglo, ocurra este tipo de incidente", agregó, e indicó que el Poder Ejecutivo "no puede permitir que algo así suceda de nuevo".
El suceso ha conmocionado a los ciudadanos de Londres y a los vecinos de la zona, que han unido fuerzas para recaudar alimentos, ropa y todo tipo de utensilios de primera necesidad con el objetivo de aliviar la situación de las familias que lo han perdido todo.
(Con información de EFE)
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