Hassan Kaissi, de 42 años, estaba en su casa rompiendo su ayuno de Ramadán cuando recibió un perturbador mensaje de su hermana en el teléfono. La Torre Grenfell estaba completamente cubierta de llamas.
"Dejé todo y fui directo a mi auto", contó el pintor, que vive en Londres, a unas 20 cuadras del edificio residencial en el que se registró el incendio.
"Las calles estaban vacías —continuó—. Solo se veían los autos de la Policía yendo en la misma dirección. Cuando llegué, encontré a un amigo que me contó que había familiares de conocidos dentro de la torre".
"Vi que las puertas estaban abiertas, así que entré. La gente estaba gritando por todos lados", dijo Kaissi. Pasé cinco horas trabajando codo a codo con los bomberos, tratando de apagar las llamas y de rescatar la mayor cantidad de sobrevivientes.
"No podría vivir tranquilo si no hacía algo para ayudar", agregó el pintor. Solo cuando la mayoría de los trabajos terminaron, filmó el impactante video que muestra el grado de devastación que dejó el incendio.
La Brigada de Bomberos de Londres admitió este jueves que "desconoce" el número de desaparecidos, y recalcó que no espera encontrar a nadie más con vida en el edificio. El número de fallecidos confirmados se elevó a 17, afirmaron los servicios de emergencia. Además, hay 34 personas que permanecen hospitalizadas, de las que 18 se encuentran en estado crítico.
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