Las fuerzas de seguridad del Líbano arrestaron la semana pasada en Choueifat y Beirut a dos traficantes de drogas vinculados con el ministro de Industria, un hombre perteneciente al ala política de Hezbollah, lo que desencadenó una ola de acusaciones contra miembros del grupo terrorista de parte de la familia del funcionario, reportaron los medios locales.
Los hombres pertenecían a una red de tráfico de drogas y dinero falso, y uno de ellos es el sobrino de Hussein al Hajj Hassan, ministro de Industria y ex parlamentario de Hezbollah, indicó el periódico The Daily Star.
Tras el arresto, la familia del ministro, que forma parte del Gobierno, ya que Hezbollah integra una alianza con el gobernante Movimiento Patriótico Libre del presidente Michel Aoun, lanzó dos comunicados contradictorios.
En el primero, que fue publicado en un sitio web libanés, se criticaba a la cúpula de Hezbollah, se cuestionaba la procedencia de los fondos utilizados en sus actividades y aseguraba que había "una campaña organizada contra la familia Al Hajj Hassan para perjudicarla en las próximas elecciones parlamentarias", según reportó la cadena saudita Al Arabiya.
También acusaba de corrupción al subsecretario general de Hezbollah, Naim Qassem, y se alegaba que él y su hijo, Mohammed, estaban involucrados en una serie de estafas por 27 millones de dólares.
Otros cuestionados en el comunicado por el origen de sus fondos son Ahmed Msheik, ex director del comité de seguridad del grupo, y el político Mohammed Fneish, cuyo hermano fue arrestado el año pasado por vender medicinas falsas y falsificar el sello del Ministerio de Salud.
También figuran los nombres de Hussein Nasrhallah por "robar el dinero de los huérfanos", del parlamentario Hussein Moussawi "quien es dueño de fábricas de Captagon [droga utilizada por terroristas] y trafica píldoras", el jeque Mohammed al Hajj Hassan por prestar ayuda a contrabandistas y el jeque Mohammed Yazbeck, quien "le vendió armas a nuestros enemigos en Siria".
Pero tras esta lista la familia Hajj Hassan divulgó un segundo comunicado muy diferente en el que confirma su apoyo a Hezbollah y condena el hecho como "un acto individual llevado a cabo por uno de sus miembros".
"El comportamiento dañó a la familia y a la sociedad", sostiene el texto.
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