El doble atentado suicida en el parlamento iraní y el mausoleo del ayatollah Komeini perpetrado el miércoles es el primero ejecutado por el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS) en el país persa desde el inicio de su campaña de conquista y terrorismo en 2014.
La teocracia chiita se mantiene activa en la lucha contra los yihadistas sunitas en Siria e Irak, y en 2016 una célula que operaba la frontera iraní había sido disuelta por acciones de las fuerzas de seguridad, pero el ataque en Teherán, la capital, marca un crecimiento del rango de acción de los extremistas.
"El islam está luchando contra los kafir en Siria", dijo en 2016 el ayatollah Ali Khamenei según la agencia Fars, utilizando una palabra designada a los infieles y que los musulmanes contrarios al ISIS suelen destinar a los miembros de ese grupo terrorista. El Líder Supremo iraní también advirtió que si los jóvenes no acudían a luchar en Siria "el enemigo atacará Irán".
Recientes videos del ISIS divulgados en farsi, la lengua oficial de Irán, ya habían llamado al alzamiento de la minoría sunita en el país contra la mayoría chiita y el gobierno.
"Os decimos, oh rafidas zoroastristas: nuestras manos no están lejos de vosotros. Así como probasteis nuestro poder en Irak y Siria, si Alá así lo quiere, conquistaremos Persia y haremos que vuelva a ser un país sunita", señala uno de esos videos, según consigna el analista Ely Karmon, del Instituto Español de Estudios Estratégicos, en un reciente artículo.
En respuesta, el régimen iraní había asegurado estar tomando acciones concretas para evitar ataques terroristas y había declarado que estaba listo para tomar "acciones decisivas" si encontraba yihadistas a menos de 40 kilómetros de sus fronteras.
En 2016, el comandante del ejército iraní, brigadier general Ahmad Reza Pourdastan, había asegurado que el ISIS reclutó algunos iraníes para sus filas en la provincia de Kermanshah, en la frontera con Irak, y que las fuerzas del régimen habían matado a algunos yihadistas en combates fronterizos, consignó la BBC.
Teherán es uno de los principales aliados del régimen del presidente sirio Bashar al Assad, y está involucrado con milicias y asesores en la luchas contra el ISIS y otros grupos rebeldes en el país desde el inicio de la guerra civil.
Por otro lado, Irán apoya financieramente a las milicias de las Fuerzas de Movilización Popular en Irak, que ejecutan acciones contra el ISIS en la campaña para recuperar la ciudad de Mosul y en otras operaciones en territorios controlados por los yihadistas.
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