Theresa May adelantó este jueves que le planteará a Donald Trump el tema de las filtraciones realizadas por agencias estadounidenses de información secreta relacionada al atentado en Manchester sin autorización de la inteligencia británica, un hecho que causó molestia entre los oficiales del Reino Unido.
En declaraciones previas a su encuentro con el presidente estadounidense en Bruselas, en el marco de la cumbre de la OTAN, May señaló: "Dejaré claro al presidente Trump que la inteligencia que es compartida entre nuestras agencias debe permanecer protegida".
Dejaré claro al presidente Trump que la inteligencia que es compartida entre nuestras agencias debe permanecer protegida
La primera ministra agregó que el nivel de amenaza terrorista permanecerá en "crítico", por lo que el público "debe permanecer en alerta".
Las autoridades británicas se han mostrado especialmente molestas por la publicación en el New York Times de imágenes de pruebas sobre la bomba utilizada en el ataque.
Agentes británicos de seguridad estudiaban si debería compartirse más información relacionada con el caso, según un funcionario que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a comentar la investigación en curso.
El acuerdo de intercambio de información entre Londres y Washington se basa en la confianza y las filtraciones ponen en peligro las investigaciones activas, añadió el funcionario.
La policía de Manchester publicó un comunicado condenando las filtraciones en nombre de las divisiones antiterroristas de la policía nacional. El texto sugería una pérdida de confianza entre Gran Bretaña y Estados Unidos, dos países que han compartido información de inteligencia al más alto nivel de forma tradicional.
"Cuando se rompe la confianza, socava estas relaciones y socava nuestras investigaciones y la confianza de víctimas, testigos y sus familias", afirmó el comunicado de la policía.
"Este daño es aún mayor cuando implica la publicación no autorizada de posibles pruebas en medio de una importante investigación antiterrorista", añadió.
La policía y los servicios de seguridad también están molestos porque, al parecer, funcionarios estadounidenses filtraron el nombre del sospechoso, Salman Abedi, que se publicó mientras la policía británica evitaba divulgar su identidad por motivos de seguridad operativa.
El nombre del sospechoso fue revelado supuestamente por funcionarios estadounidenses justo mientras se realizaban redadas en Manchester y Libia, donde vive el padre del acusado.
La secretaria de Interior, Amber Rudd, se quejó de que la policía podría perder "el factor sorpresa" en su intento de impedir nuevos ataques debido a las revelaciones.
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