Una devastada Ariana Grande fue vista este martes por primera vez desde el ataque terrorista de Manchester. Un grupo de paparazzi la captó al llegar a su ciudad natal, Boca Raton, en Florida.
La estrella del pop de 23 años fue vista llorando al salir de un jet privado el martes por la tarde, explicó un artículo del diario británico DailyMail. Su novio, Mac Miller, la esperó en la pista de aterrizaje para consolarla con un largo abrazo.
Ariana, vestida de negro de la cabeza a los pies y cargando un pijama púrpura, besó y abrazó a Miller por unos segundos antes de ser llevada en una caravana a la casa de un miembro de la familia en una comunidad cercana.
Miller también abrazó a la madre de Ariana, Joan, que, como su hija, estaba completamente vestida de negro y le dio un beso en la mejilla mientras él la ayudaba a entrar en uno de los vehículos que las esperaban.
Esta escena ocurrió veinticuatro horas después de que 22 personas perdieran la vida y otras 59 resultaran heridas cuando un dispositivo improvisado estalló en el interior del Manchester Arena, instantes después de que Ariana interpretara su canción final.
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