Al menos 22 personas murieron y otras 59 resultaron heridas este lunes luego de un ataque en el estadio Manchester Arena, en el Reino Unido, tras la finalización del recital de Ariana Grande. Miles de niños y adolescentes habían concurrido al lugar y las escenas de desesperación se apoderaron de ellos y sus padres que los acompañaban.
Los relatos comenzaron a emerger en los últimos minutos y muestran la desesperación por la que atravesaron los menores tras escuchar las detonaciones y ver cómo la multitud corría hacia las puertas de emergencia del estadio cerrado.
Una de ellas fue Lauren Sanders, de 15 años, quien estaba cerca del escenario cuando ocurrió el atentado que conmueve al mundo. Fue al show junto a su madre, como tantos otros menores que allí estaban. Escuchó una fuerte explosión y pensó lo peor. "Todas las personas que estaban saliendo comenzaron a gritar desesperadas y a correr hacia otro lugar, buscando otra salida", expresó la jovencita. Y siguió: "Tomé la mano de mi mamá y comenzamos a correr, siguiendo a muchos otros detrás de una salida".
Otro adolescente, Matt Ledger, de 19 años, se encontraba con dos amigos cuando se produjeron las explosiones. Corrió durante 10 minutos para alejarse del lugar, lleno de terror. "Todos comenzaron a correr y a tomarse unos de otros. Cuando estuve afuera vi a unos pocos tendidos en el césped y sus cabezas estaban sangrando", dijo el joven, según consignó Los Angeles Times.
Un padre que esperaba que su esposa y sus dos hijas salieran del concierto, relató lo que vivió durante esos interminables minutos de miedo en Manchester. "Escuchamos la última canción y luego, súbitamente, hubo un relámpago y una fuerte explosión y humo", dijo Gary Walker de Leeds.
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