El representante estadounidense en la coalición internacional que lucha contra el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), Brett McGurk, destacó el martes los avances territoriales contra el grupo terrorista en Irak y aseguró que la batalla por Mosul, su bastión en el país, está en su "etapa final".
"El mundo está viendo ahora que los soldados iraquíes están destruyendo completamente a Daesh", dijo el enviado del presidente Donald Trump en su visita a Irak, utilizando el acrónimo en árabe para referirse al ISIS, según destacó la agencia AP. "La victoria es cuestión de tiempo, cualquiera que quede ahí tendrá que rendirse o morir", agregó.
McGurk consideró al combate urbano en la segunda ciudad más grande de Irak, que comenzó hace casi siete meses, como uno de los más difíciles desde la Segunda Guerra Mundial.
Las fuerzas iraquíes ya han recapturado un 90% del oeste de Mosul, tras haber tomado el este, separado por el río Tigris, a principios de este año. En tanto, hace casi dos meses se completó el cerco sobre la Ciudad Vieja, el denso centro histórico donde los extremistas se encuentran atrincherados junto a 200.000 civiles.
"El ISIS controla un 10,5% del oeste ", dijo el brigadier general Yahya Rasool, portavoz del comando iraquí, en una conferencia en Bagdad el martes, según consignó la agencia AFP.
Pero aunque la captura completa de Mosul, último reducto de importancia del ISIS en el país y sitio donde su líder, Abu Bakr al Baghdadi, proclamó el nacimiento del califato en 2014, esté próxima las autoridades comienzan a preocuparse por el post-conflicto.
"Estamos buscando más apoyo ahora que la ciudad será liberada pronto", dijo el general Muhammed al Shimary a McGurk durante su visita.
La ayuda militar estadounidense al gobierno iraquí se ha incrementando sin cesar en los cuatro años que lleva la lucha contra el ISIS, pero las demandas están girando ahora hacia fondos para la reconstrucción del país y pra ayuda humanitaria, que hoy corresponden a una fracción mínima de lo recibido en apoyo.
Al respecto McGurk intentó destacar la reciente construcción de una planta de potabilización en Nínive que provee agua a 100.000 personas y que constituye un "símbolo de este esfuerzo en el que nos hemos embarcado para derrotar a Daesh", como parte de una estrategia de "velocidad y sustentabilidad" en el avance contra el ISIS establecida por el ex presidente Barack Obama.
Pero los iraquíes están preocupados por el cambio de gobierno en los Estados Unidos. El presidente Donald Trump prometió en campaña derrotar al ISIS y esto se ha traducido en una mayor intervención militar y un rol más activo del Pentágono en Irak, pero no en un interés por la reconstrucción.
"Como coalición no estamos en el negocio de crear naciones o reconstruir", dijo Rex Tillerson, secretario de Estado del gobierno estadounidense, en una reunión de ministros de Exteriores en marzo.
Según las Naciones Unidas, unas 410.000 personas han sido desplazadas por la lucha en Mosul, y unos 12.000 civiles resultaron heridos, aunque este número podría ser superior, ya que sólo contabiliza a quienes lograron llegar a los hospitales.
Asimismo, los violentos combates urbanos y los bombardeos aéreos de la coalición internacional han destruido gran parte de la infraestructura en la ciudad.
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