Las autoridades italianas desmantelaron una red de la mafia calabresa que sustraía para sus negocios, desde hace una década y con ayuda de una asociación católica, fondos públicos para la asistencia a los migrantes, un fenómeno que ha generado preocupación y polémicas en Italia.
Con la operación policial se confirma el interés que despierta en las temidas organizaciones criminales un sector que mueve cerca de 3.000 millones de euros al año.
Les daban de comer lo que generalmente se da a los cerdos (…) El dinero que obtenían así lo invertían en la compra de teatros, cines, apartamentos, automóviles, yates y terrenos
Nicola Grattieri, procurador anti mafia de Catanzaro
En total 68 personas fueron detenidas por formar parte de la mafia calabresa "Ndrangheta" que controlaba los fondos destinados al mayor centro de acogida de emigrantes de Europa, Isola Capo Rizzuto, en Calabria, en el sur de la península y con capacidad para acoger entre 1.200 y 1.500 personas.
Según las autoridades, la mafia contó con la complicidad de la asociación católica "Fraternidad de la Misericordia", la cual cuenta con ramificaciones en toda la región.
Más de 500 policías participaron en la llamada operación "Johnny" contra el clan Arena, una de las familias de la organización criminal calabresa, acusada de apropiarse en forma ilegal de los fondos para el centro de acogida más grande de Italia.
"Les daban de comer lo que generalmente se da a los cerdos (…) El dinero que obtenían así lo invertían en la compra de teatros, cines, apartamentos, automóviles, yates y terrenos", explicó a la prensa el procurador de Catanzaro, Nicola Gratteri.
La misericordia de la 'Ndrangheta
Entre los detenidos figura Leonardo Sacco, de 35 años, director de la asociación católica La Fraternidad de la Misericordia, y administrador del centro.
También el cura local, Edoardo Scordio, ha sido acusado de adueñarse con falsos recibos y servicios de "asistencia espiritual", de más de 100.000 euros en solo un año.
La investigación se inició tras las denuncias presentadas por la baja calidad de los servicios prestados a los migrantes (alojamiento, comida, etc.), al no corresponder con el monto de los aportes brindados por el Estado.
Italia, uno los países que recibe más personas que han atravesado el Mediterráneo para huir de las guerras y el hambre, aloja actualmente a unos 175.000 migrantes en varios centros de acogida repartidos por todo su territorio.
El Estado italiano asigna un promedio de 35 euros al día por migrante con el fin de cubrir sus necesidades básicas, desde alojamiento y comida hasta actividades de apoyo psicológico, lo que ha despertado el apetito de las organizaciones criminales.
Los centros son gestionados por cooperativas, pero financiados por el Estado, que destinó para ello un presupuesto de unos 3.000 millones de euros para 2017.
Según los investigadores, de los más de 100 millones de euros asignados al centro de Calabria, 30 fueron a parar en los bolsillos del clan Arena.
"Es sólo una parte del fenómeno y no se trata de un caso aislado", comentó por su parte Raffaele Cantone, responsable de la Autoridad Anticorrupción.
Además de las detenciones, el fiscal ordenó la confiscación de apartamentos, automóviles de lujo y terrenos.
En Calabria, el clan Arena ha sido investigado también por otros delitos, entre ellos por malversación de fondos en la construcción de un parque eólico por 350 millones de euros.
Según los investigadores, la mafia calabresa a través de la asociación católica se apropiaba también de los fondos para otros centros de la zona, e inclusive de los de la isla de Lampedusa, que brinda la primera acogida.
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