Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Rusia, Vladimir Putin, hablaron el martes telefónicamente, una conversación que la Casa Blanca calificó de "muy buena".
Durante la charla, los mandatarios abordaron distintas cuestiones que van desde el combate contra el terrorismo y la creación de zonas seguras en Siria hasta la situación en Corea del Norte.
Además, acordaron que mantendrán una reunión los próximos 7 y 8 de julio en la ciudad de Hamburgo, en el marco de la cumbre de líderes del G20.
De acuerdo con la Presidencia de los Estados Unidos, los dos mandatarios coincidieron en que el conflicto en Siria es "demasiado largo" y en que "todas las partes deben hacer todo lo que esté a su alcance para poner fin a la violencia".
El comunicado detalla que los dos presidentes conversaron, en concreto, sobre la posibilidad de crear en Siria "zonas seguras" o "de freno a la escalada" de violencia para "lograr una paz duradera por razones humanitarias y muchas otras".
Además, la Casa Blanca confirmó que el gobierno de Trump enviará a un representante a la ronda de conversaciones de paz sobre Siria que debe empezar este miércoles en Astaná, en Kazajistán.
Por otro lado, Trump y Putin aprovecharon también la llamada para dialogar "extensamente" sobre cómo trabajar juntos "para erradicar el terrorismo en Oriente Medio", al igual que sobre la mejor manera de resolver "la situación muy peligrosa en Corea del Norte", según la Casa Blanca.
En medio de la escalada de tensión con Pyongyang por su reiteradas pruebas de misiles y su programa nuclear, Trump sostuvo este lunes, durante una entrevista, que está dispuesto a reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong-un, "bajo las circunstancias adecuadas".
No obstante, el vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, matizó después que las condiciones para que ese encuentro sea posible no se dan actualmente.
La conversación telefónica del martes fue el primer contacto entre los dos mandatarios desde el pasado 3 de abril, cuando Trump llamó a Putin para expresar sus condolencias tras el atentado terrorista del metro en la ciudad rusa de San Petersburgo, en el que murieron 14 personas.
Esa llamada se produjo antes del bombardeo del 7 de abril ordenado por Trump contra una base aérea controlada por el gobierno del presidente sirio, Bashar al Assad, en lo que supuso el primer ataque directo de EEUU contra el régimen de Damasco en seis años de conflicto.
Aunque Rusia fue avisada con antelación porque tenía personal militar en esa base aérea, el bombardeo frustró aparentemente el proceso de deshielo que Putin y Trump estaban protagonizando.
A raíz de ese ataque químico, Trump dijo que su opinión sobre Al Assad había "cambiado" y criticó a Putin por apoyar a alguien tan "malvado".
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Con información de AFP y EFE