El candidato centrista Emmanuel Macron, quien se impuso por un escaso margen en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, cosechó en los últimos días el apoyo de figuras respetadas en el país para enfrentarse la semana próxima a la ultraderechista Marine Le Pen, que por su parte achica la distancia.
La elección de Marine Le Pen sería algo "monstruoso", consideró Daniel Cordier, exsecretario de Jean Moulin, figura de la resistencia francesa durante la ocupación nazi, en una entrevista en el Journal du Dimanche.
"Representa la negación de todo por lo que nosotros hemos combatido", consideró.
En tanto el exministro de Justicia, Robert Badinter, voz muy respetada en Francia, denunció igualmente la voluntad de Le Pen de instaurar "un principio constitucional de 'preferencia nacional'".
Esta medida "abriría la vía a medidas humanamente detestables, especialmente sobre la escuela, la sanidad, las viviendas sociales o el empleo. No es añadiendo miseria a la desconfianza que podremos integrar a los extranjeros establecidos legalmente en nuestro territorio", denunció.
Dirigiéndose a los franceses que piensan en abstenerse, en particular los partidarios decepcionados por el conservador François Fillon y del líder de la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon, unas 60 asociaciones y ONG les pidieron movilizarse "frente a aquellas y aquellos que prodigan un rechazo del otro y un repliegue".
Desde Bruselas, el presidente socialista, François Hollande, en un mandato de cinco años marcado por la impopularidad, advirtió de nuevo el sábado contra "el gran riesgo" de ver a la candidata de extrema derecha acceder a la presidencia del país y pidió a los franceses "votar a Macron", quien obtuvo el 24,01% en primera vuelta, para impedir la victoria de Le Pen, quien fue votada por el 21,3% del electorado.
Estos apoyos se suman a una larga lista de políticos y personalidades que ya se pronunciaron a favor de Macron, como el propio Fillon y el candidato socialista en primera vuelta, Benoit Hamon.
Por otro lado, Le Pen teje sus propias alianzas y prometió el cargo de primer ministro a Nicolas Dupont-Aignan, el candidato del derechista partido Debout la France que obtuvo el 4,7% de los votos en primera vuelta.
La candidata del Frente Nacional, que maneja una agenda antiimigración y que impulsa la salida de Francia de la Unión Europea, realizó el domingo una visita sorpresa a una fábrica en proceso de cierre para aumentar su base de apoyo.
Las últimas encuestas dan una intención de voto del 59% para Macron y del 41% para la Le Pen, una diferencia más estrecha que la relevada días después de las elecciones, cuando el centrista gozaba de un apoyo cercano al 65%.
Con información de AFP
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