En su primer discurso público luego de llegar a un acuerdo de paz con el gobierno de Afganistán tras años de permanecer en la clandestinidad, Gulbuddin "el carnicero de Kabul" Hekmatyar – líder del grupo insurgente afgano Hezb-e-Islamic (HIA)-, dijo a sus seguidores este sábado que abandonen la lucha y comiencen el proceso de negociaciones.
"La guerra debe terminar en este país y los extranjeros no pueden poner final a nuestra guerra", indicó Hekmatyar de acuerdo a un video difundido por la oficina del gobernador de Nangarhar, donde ayer se reunió con las autoridades locales. "Quiero un Afganistán libre, orgulloso, independiente e islámico", agregó.
El ex primer ministro (1992-96), al que se le acusa de asesinar a decenas de miles de civiles en la capital afgana durante la guerra civil, lo que le valió el sobrenombre de "carnicero de Kabul", dijo que los talibanes no podrán "sacar nada de la guerra", que solo ha traído daño a la gente.
"Si han encontrado algo bueno en todo esto muéstrenlo y nos uniremos a ustedes", dijo Hekmatyar, un señor de la guerra con vínculos con los talibanes y la red Al Qaeda, al recordar que él empezó la yihad antes de que los grupos insurgentes que hay en Afganistán siquiera existieran.
"Pero ahora necesitamos paz y la paz es la esperanza de nuestro pueblo", afirmó, llamando a los talibanes "a unirse a la caravana de la paz y detener la inútil y profana guerra sin sentido".
Hekamtyar se reunió ayer con las autoridades de las provincias de Laghman y Nangarhar en sus primeras apariciones públicas tras permanecer años en paradero desconocido y siete meses después de la firma del histórico acuerdo de paz entre su formación y el Gobierno afgano.
El histórico acuerdo de paz firmado entre el Ejecutivo afgano y HIA, una formación cercana a los talibanes, fue recibido entre felicitaciones y celebraciones del Gobierno del país, Estados Unidos y la misión de la ONU en Afganistán (UNAMA), entre otros miembros de la comunidad internacional.
Sin embargo, también generó rechazo en muchos sectores en Afganistán debido al pasado de Hekmatyar y a que suponía una amnistía por las actividades del grupo insurgente de los últimos 14 años.
El acuerdo prevé la repatriación "digna y sustentable" de sus familias y la liberación de prisioneros que no cometieran crímenes.
Por su parte, el HIA aceptó la actual Constitución afgana y desmovilizar a todos sus grupos armados, además de comprometerse a cortar todos sus lazos con grupos terroristas y extremistas.
En febrero pasado, el Consejo de Seguridad de la ONU levantó las sanciones de congelación de activos, prohibición de viajar y el embargo de armas contra Hekmatyar.
El acuerdo con el HIA es el único progreso que ha logrado el Gobierno en su intención de llevar a los actores del conflicto armado afgano a la mesa de negociación y a un proceso de paz que acabe con años de conflicto.
(Con información de EFE)
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