En la base aérea estadounidense de Osan, en Corea del Sur, un escuadrón de reconocimiento desafía el concepto de "obsoleto" en medio de la escalada militar más importante de los últimos tiempos entre Washington y el impredecible régimen de Corea del Norte.
Mientras el portaaviones nuclear USS Carl Vinson y su escolta se aproximan a la península coreana y Pyongyang realiza ejercicios militares y amenaza con el invierno nuclear, los pilotos del 5to escuadrón se suben a los míticos aviones espía U2 Dragon Lady (la "Dama dragón"), cuyo primer vuelo tuvo lugar en 1955 en medio de otra escalada, para monitorear lo movimientos del régimen de Kim Jong-un.
Se trata de su última versión, la S, equipada con sensores para escuchar comunicaciones y radares de avanzada para detectar movimientos, que le han permitido extender su vida útil, como señala el portal de tecnología The Drive.
Y es que el U2 ya casi no vuela sobre sus objetivos parar tomar fotos precisas de instalaciones militares, como lo hizo incontables veces sobre la Unión Soviética durante la Guerra Fría o incluso sobre la isla de Cuba durante la Crisis de los Misiles en 1962, cuando el mundo estuvo más cerca que nunca de la guerra termonuclear.
Esos vuelos temerarios llevaban al U2 al límite de sus capacidades, y muchos fueron derribados por las baterías de misiles antiaéreos enemigos. Los fragmentos de la aeronave del mayor Rudolf Anderson, muerto en combate, se exhiben en el Museo de la Revolución, en La Habana, como muestra de estos límites.
El U2 nunca alardeó de ser rápido (su velocidad máxima es de 800 kilómetros por hora) pero sí de volar alto (a unos 21.000 metros y en la estratosfera) y por mucho tiempo (tiene una alcance impresionante de 10.000 kilómetros), elementos que aumentan sus chances de sobrevivir sobre territorio enemigo.
Sumado a los nuevos radares ASARS-2 de gran alcance, el veterano avión puede volar alrededor de Corea del Norte a una distancia segura de sus baterías antiaéreas y aun así recolectar información sobre los movimientos de sus tropas y lanzamientos de misiles, entre muchos otros datos de inteligencia que son enviados a los comandantes instantáneamente.
No obstante, el U2 no es el avión más antiguo aún en funcionamiento en la Fuerza Aérea de Estados Unidos. El bombardero B-52 y el carguero Hércules C-130 volaron antes de 1955. Pero como éstos, parece cumplir un rol para el cual no existe aún una alternativa mejor y la Fuerza Aérea de Estados Unidos mantiene 32 en servicio, a un costo de 32 millones de dólares cada uno.
Sin embargo, mientras el Dragon Lady continúa con éxito su misión en Corea, también sufre graves accidentes, como el ocurrido en septiembre en California, cuando un piloto que realizaba su primer vuelo perdió el control del longevo avión, notoriamente difícil de volar, y debió eyectarse junto a su instructor, quien murió cuando fue golpeado por el ala.
Por esta razón, los militares planean finalmente llevarlo a los museos en 2019, según informó la agencia AP, si es que los drones que lo reemplazarían logran el nivel de sofisticación necesaria.
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