A tres días de la primera ronda de las presidenciales franceses, los once candidatos participaron este jueves en un último acto televisivo, sacudido por el anuncio de un tiroteo en los Campos Elíseos de París que se saldó con un policía muerto y dos heridos.
Cuatro aspirantes tienen posibilidades reales según las encuestas de pasar a la segunda ronda, y el primero de ellos en reaccionar fue el ex ministro Emmanuel Macron, candidato liberal independiente: "esta amenaza forma parte de la vida diaria de los próximos años" advirtió.
El presidente François Hollande había poco antes anunciado que todo apuntaba a un ataque de "índole terrorista".
La dirigente del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen aprovechó la oportunidad para recordar que quiere expulsar de Francia a los sospechosos de extremismo yihadista de origen extranjero que ya estén fichados.
El candidato de extrema izquierda, Jean-Luc Mélenchon, expresó por su parte su solidaridad con la familia del agente fallecido y aseguró que bajo su gobierno no habría ningún tipo de tolerancia con esos actos.
El aspirante de Los Republicanos, la formación conservadora, François Fillon, también insistió en que la amenaza yihadista "es la más importante" que pesa sobre Francia.
Le Pen, Fillon y Macron anunciaron que cancelaban sus actos de campaña previstos el viernes.
Elecciones imprevisibles
Francia se encamina a una de sus elecciones más imprevisibles de todos los tiempos, con una carrera muy ajustada entre Le Pen, Macron, el conservador Fillon y Mélenchon.
Le Pen, que según todas las encuestas lograría pasar a la segunda vuelta de las presidenciales, prevista el 7 de mayo, ha perdido terreno en los últimos días al igual que el otro gran favorito, el centrista y proeuropeo Macron, con 23% de la intención de voto cada uno.
El conservador Fillon, que se mantiene en la carrera presidencial pese a haber sido imputado en marzo por desvío de fondos públicos, y el líder de la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon, que ha registrado un sorprendente salto en las encuestas, les pisan los talones, con casi un 20%.
La diferencia entre los cuatro aspirantes es tan corta que se encuentran dentro del margen de error de los sondeos, por lo que cualquiera podría clasificarse para la segunda vuelta.
En el ballotage, si se cumplen los pronósticos, la líder del Frente Nacional perdería frente a cualquiera de los demás candidatos, por el efecto de la concentración de votos contra la extrema derecha, como ocurrió en 2002.
Incertidumbre ante abstención
En medio de esta incertidumbre, los candidatos se centraron el jueves en convencer a los indecisos e intentar mitigar el nivel de abstención, en un momento en que más de un cuarto de los franceses aún no ha decidido por quien votarán el domingo.
Para paliar una posible fuerte abstención, Hollande instó el jueves "a todos los francesas a ir a votar".
Un grupo de intelectuales y artistas estadounidenses, incluyendo el académico Noam Chomsky y los actores Mark Ruffalo y Danny Glover lanzaron el miércoles una petición en la que urgen a los franceses a no repetir el escenario "Clinton vs. Trump", y brindan su apoyo a Mélenchon, el candidato de izquierda radical, según ellos en mejor posición de cara a la primera vuelta.
También la actriz estadounidense Pamela Anderson, cercana a Julian Assange, expresó el jueves su apoyo al líder izquierdista, alegando que había aceptado dar asilo al fundador de WikiLeaks.
Macron, por su parte, recibió una "llamada amistosa" del ex presidente de Estados Unidos Barack Obama para hablar de "la importante elección presidencial en Francia", según un portavoz del exmandatario, que precisó que la llamada no significaba el apoyo al candidato centrista.
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