El candidato centrista Emmanuel Macron logró alejarse del cuádruple empate técnico que registraban las encuestas en la última semana y se consolida como el favorito para llegar al ballotage en Francia, seguido de Marine Le Pen, quien mantiene una corta distancia con los dos inmediatos perseguidores, a tres días de las elecciones presidenciales.
Macron, de 39 años y en su primera carrera por un cargo público, sumó 25% de intención de voto, un punto más que la semana anterior, según el estudio publicado este jueves por el instituto demoscópico Harris Interactive. Le Pen, del Frente Nacional, se mantuvo con un 22% y es seguida de cerca por el conservador François Fillon y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon.
El alto número de indecisos (que alcanza a un tercio de la población) mantiene la incertidumbre para los resultados del domingo.
Entre los inversores, el interés que despiertan los comicios es grande, ya que entre los dos cuatro candidatos hay dos (Le Pen y Mélenchon) contrarios a la Unión Europea y al euro. Sin embargo, respiraron aliviados al ver las últimas encuestas, teniendo en cuenta que Macron es amplio favorito en el eventual ballotage (el 7 de mayo) frente a la candidata nacionalista, con una distancia mayor a 30 puntos en tal escenario.
Por su parte, el derechista Fillon, quien a comienzos de año era el máximo favorito hasta que fue severamente afectado por el escándalo de los contratos parlamentarios de su esposa e hijos (que cobraron cientos de miles de dólares y, aseguran, no habrían realizado labores), mantuvo el optimismo. Su campaña se recuperó también con el notorio ascenso del radical Mélenchon, quien ha agrupado a grandes masas de seguidores con un discurso populista y euroescéptico, y usando la tecnología para "estar" en varias ciudades a la vez.
Fillon insistió en la idea de que "Le Pen no ganará las elecciones" (ya que pierde en todas las proyecciones de segunda vuelta) y por eso votar por ella "es votar a Macron", al que consideró por esa razón su principal adversario. En ese sentido, consideró que "representa la continuidad del mandato de François Hollande", el actual presidente socialista y con una bajísima popularidad. El candidato del oficialismo, Benoit Hamon, no llega al 10% en las encuestas.
En tanto, Macron parece haber evitado cualquier riesgo en el último tramo. El que se presenta como "ni de izquierda, ni de derecha" y encarna el relevo para sus partidarios, continuó yendo "al contacto" de los franceses con una imagen "tranquila, serena y decidida".
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