Omran Daqneesh, el pequeño niño sirio cuya imagen recorrió el mundo, aún padece las consecuencias de la guerra civil, pero sobre todo, haberse transformado en un símbolo de la brutalidad del régimen de Bashar Al-Assad.
La fotografía de Omran -cuyo hermano mayor de 10 años murió durante un bombardeo en Alepo- se viralizó en pocas horas el pasado 17 de agosto. Su rostro cubierto de polvo y sangre, su expresión desorientada y de pánico en una ambulancia, causó indignación en el planeta y generó nuevas críticas contra el gobierno central de Siria que emprende una masacre contra su propio pueblo.
Pero lejos de buscarle un nuevo hogar y un refugio seguro, el régimen no le perdonó haberse convertido en un símbolo de la guerra. Es por eso que el reportero gráfico que capturó la imagen, Mahmoud Raslan, explicó a Fox News qué había ocurrido con el niño.
"Perdí el contacto con la familia de Omran. La milicia de Al-Assad arribó y su familia fue confinada bajo arresto domiciliario, donde no pueden ser contactados por los medios occidentales. Su residencia fue cambiada y fueron puestos bajo custodia", explicó el periodista.
En un primer momento el régimen reaccionó con furia respecto a la fotografía y el video que circularon a toda velocidad por los medios del mundo. Incluso, llegaron a afirmar que había sido "falsificada". Que era un truco para minar la imagen de Damasco.
Ese día, las crónicas indicaban que un bombardeo en Alepo había provocado varios muertos. Pero la imagen de Omran fue la que impactó. "Un doctor en Alepo acaba de enviarme la imagen de un niño aturdido que sobrevivió a un ataque aéreo. Su nombre es Omran Daqneesh y tiene 5 años", explicó ese día Raf Sánchez, corresponsal del diario británico The Telegraph en Medio Oriente, a través de su cuenta de Twitter.
La foto comenzaba a transformarse en un símbolo y el régimen a reprochar la cobertura hecha por los "medios occidentales". Esa fama no deseada le valió a Omran y la familia Daqneesh el confinamiento.
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