EEUU y Rusia, dos potencias enfrentadas por la guerra siria que carecen de una estrategia clara

El estadista geopolítico George Friedman realizó un análisis de la tensa relación entre Washington y Moscú en medio del conflicto con Bashar al Assad

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Creció la tensión entre EEUU
Creció la tensión entre EEUU y Rusia tras el ataque de Washington contra una base aérea siria

Luego de la creciente tensión entre Estados Unidos y Rusia por el ataque de las fuerzas norteamericanas contra una base aérea del régimen sirio, el reconocida estadista geopolítico George Friedman realizó un análisis sobre el actual panorama de Washington y Moscú, fuertemente enfrentados por el conflicto sirio.

El especialista plantea tres cuestiones centrales: la estrategia norteamericana en Medio Oriente y Rusia, y la estrategia rusa en general. "Las tres se cruzan, pero en este momento ninguna es evidente".

Durante su camino a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump fue muy crítico de las políticas de Barack Obama en Medio Oriente y auguró fuertes cambios en la política exterior. Sin embargo, en su columna semanal, Friedman aseguró que "las acciones del presidente difieren de sus promesas de campaña".

"La política de Trump en Medio Oriente parece ser una continuación de las políticas de las Administraciones anteriores", indicó, haciendo alusión a la resistencia de la Casa Blanca contra grupos extremistas como el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), el régimen chiita de Irán y al dictador Bashar al Assad.

Rex Tillerson y Sergei Lavrov
Rex Tillerson y Sergei Lavrov mantuvieron un encuentro en Moscú

El estadista explica que Estados Unidos "quedó atrapado en un fuego cruzado" desde su intervención en Irak para derrocar al régimen de Saddam Hussein. "La lógica habría sido permitir a la mayoría chiita iraquí formar un gobierno. El problema era que estaban fuertemente influenciados por los iraníes. Por lo tanto, mientras los chiitas apoyaban a Estados Unidos porque esperaban gobernar", Washington bloqueó la creación de un régimen chiita "para limitar la influencia iraní en Irak".

A partir de esto, "Estados Unidos nunca consiguió el control sobre Irak". Durante la intervención, formó alianzas con bloques sunitas. Pero el surgimiento de ISIS demostró que esa era tan solo una "solución temporal".

Friedman sostiene que la Administración de Obama tomó el mismo camino, el de buscar soluciones a corto plazo y descuidar el futuro y, según estima el especialista, "Trump adoptará esa misma política".

El destructor USS Porter lanza
El destructor USS Porter lanza un misil teledirigido Tomahawk desde el mar Mediterráneo contra una base aérea siria (AP)

En esa línea, diferencia dos elementos fundamentales: la táctica y la estrategia. "La situación táctica frecuentemente se hace cargo de la estrategia, especialmente cuando una solución estratégica es inimaginable. Esto explica las acciones de Estados Unidos la semana pasada". "Trump decidió lanzar un ataque en Siria y el secretario de Estado, Rex Tillerson, declaró que los días de Al Assad están contados, sin explicar por qué", detalló Friedman.

¿Por qué Estados Unidos eligió tomar este camino desde los atentados del 11 de septiembre? "Porque no podían idear una solución al problema y no podían desprenderse por razones estratégicas y políticas. Por lo tanto, se centraron en encontrar soluciones parciales a situaciones tácticas".

"Destruir a la insurgencia sunita, sin importar el nombre de la organización que la dirigía, sería imposible. Dejar la región y permitir la construcción de un califato sería peligroso. Aliarse con uno de los principales grupos islámicos crearía profundos problemas políticos en los Estados Unidos. Por lo tanto, lo que quedaba eran iniciativas tácticas junto con intenciones declaradas que no se puedieron lograr", sostiene el estadista norteamericano.

"Trump mantiene esta tradición".

Friedman consideró que Trump tomará
Friedman consideró que Trump tomará el mismo camino que la Administración Obama respecto a la falta de una política a largo plazo (Reuters)

Con respecto a la política rusa, y a las expresiones de deseo de Trump durante su campaña de acercar posiciones con el Kremlin en la lucha contra ISIS, Friedman consideró que no era una idea tan absurda como criticaron los detractores del presidente norteamericano: "Si no puedes aliarte con las facciones musulmanas y todas son hostiles a ti, reclutar un poder no musulmán es una estrategia viable".

No obstante, "la política rusa en la región no es derrotar a ISIS en este momento, sino crear suficientes retos para Estados Unidos" que lleven a la Casa Blanca "a pedir ayuda a Rusia". De esta manera, el presidente Vladimir Putin está retomando la vieja política de la Unión Soviética.

A pesar de sus deseos de convertirse en una potencia similar a la norteamericana, Rusia tiene claro que, por varios motivos (principalmente económicos y militares), eso no es posible. "Por lo tanto, se dedica a tácticas diseñadas para crear la ilusión de que hay una estrategia detrás de ella".

"Los rusos no creen que el equilibrio global cambiará ahora, pero se conforman con la aparición de un cambio".

Ejemplo de esto es su intervención en Siria: "Los rusos, al igual que los estadounidenses, se dedican a la táctica sin estrategia. La intervención rusa en Siria fue una operación táctica sin ningún fin estratégico claro. Se involucraron en acciones tácticas para crear la apariencia de una estrategia".

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