Los cancilleres del G-7 se reúnen con los países árabes para discutir sobre la guerra en Siria

La reunión busca reactivar el proceso de negociación para una solución política en el país y para alejar el espectro de una escalada militar. Participan Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Jordania y Qatar

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La Alta Representante de Política
La Alta Representante de Política Exterior Federica Mogherini; el ministro de Exteriores Sigmar Gabriel; el secretario de Estado estadounidense Rex Tillerson; la canciller canadiense Chrystia Freeland, el italiano Angelino Alfano; el francés Jean-Marc Ayrault, el británico Boris Johnson y el japonés Fumio Kishida (AFP)

Los ministros de Relaciones Exteriores del G-7 iniciaron este martes el segundo día de su cumbre en Lucca, en el norte de Italia, con una reunión dedicada a la guerra en Siria, a la cual fueron invitados Turquía y varios países árabes.

La posición del jefe de la diplomacia del país norteamericano será observada con lupa, un día después de las firmes declaraciones de su par de Defensa, James Mattis, y del portavoz de la Casa Blanca ante eventuales nuevos ataques con armas químicas de parte del gobierno sirio de Bashar al Assad.

El ataque estadounidense contra una base aérea siria durante la noche del 6 al 7 de abril fue ordenado en respuesta a un ataque con armas químicas atribuido a Damasco, que provocó 87 muertos en el noroeste de Siria.

La reunión comenzó hacia las 7:45 (5:45 GMT) en presencia de los ministros de Relaciones Exteriores del G-7 (Estados Unidos, Alemania, Japón, Reino Unido, Canadá, Francia e Italia) y de diplomáticos de Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Jordania y Qatar.

El ministro italiano de Exteriores, Angelino Alfano, explicó durante la víspera que la reunión busca medios con el fin de reactivar el proceso de negociación para una solución política en Siria y para alejar el espectro de una escalada militar.

Alfano conversó por teléfono con su par iraní, a quien pidió que utilizara su influencia sobre el gobierno sirio para evitar nuevos ataques contra civiles.

"Mensaje claro y coordinado"

El jefe de la diplomacia británica, Boris Johnson, manifestó su deseo de que Tillerson se vaya de la reunión del G-7 el martes con un "mensaje claro y coordinado" a Rusia, principal aliado de Bashar al Assad, para que deje de respaldar al "venenoso" presidente sirio.

Boris Johnson (Reuters)
Boris Johnson (Reuters)

"Al Assad es un veneno en todos los sentidos. Está envenenando a gente inocente en Siria con armas que fueron prohibidas hace 100 años, y está envenenando la reputación de Rusia", afirmó.

El lunes, Washington advirtió nuevamente al gobierno sirio de no proceder a nuevos ataques con armas químicas y aseguró que había destruido el 20% de la aviación de Al Assad en su bombardeo de la semana anterior.

"Los Estados Unidos no permanecerán pasivos mientras Al Assad mate a inocentes con armas químicas", advirtió el general Mattis.

El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, fue aún más lejos al advertir que el presidente Donald Trump podrá ordenar nuevos ataques como represalia si se verifica el uso de bombas de barril por parte de la tropas gubernamentales.

"Si arrojas gas a un bebé o lanzas una bomba de barril contra gente inocente, habrá una respuesta de este presidente", aseguró el portavoz.

Se trata de la primera vez que la Casa Blanca hace referencia a las bombas de barril, un tipo de artefacto explosivo que arroja metralla sin dirección y suele provocar un gran número de víctimas.

Un alto funcionario de la Casa Blanca que se expresó a condición de anonimato corrigió luego el tiro, al sostener que "nada ha cambiado" en la posición oficial estadounidense, pero "como el presidente lo ha repetido reiteradas veces, no alertará previamente sobre sus respuestas militares".

Moscú y Teherán, otro aliado de Damasco, amenazaron a su vez a Washington con una "reacción firme" ante toda nueva "agresión a Siria".

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