Corea del Norte denunció el martes el despliegue "insensato" de la marina estadounidense junto a la península coreana, advirtiendo de que el régimen está preparado para responder, una evidencia de la escalada de las tensiones en la región.
El envío por parte de Washington de un portaaviones y su flota hacia la zona "viene a probar que los movimientos insensatos de Estados Unidos para invadir la República Democrática Popular de Corea han alcanzado una fase grave", dijo un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores según la agencia oficial KCNA, en el primer comentario de Pyongyang desde la maniobra estadounidense el domingo.
Menos de 48 horas después de bombardear Siria, el presidente estadounidense Donald Trump lanzaba lo que ha sido interpretado como una advertencia a Corea del Norte. El grupo aeronaval estadounidense, que incluye un supertransportador de aviones USS Carl Vinson, dos destructores de misiles guiados y un crucero de misiles guiados, canceló un paro programado en Australia y puso rumbo al Océano Pacífico occidental desde Singapur, en una demostración de fuerza ante las crecientes amenazas del régimen norcoreano.
Trump ya ha amenazado con tomar acciones de forma unilateral contra Pyongyang si Beijing no logra detener el programa nuclear de su vecino.
"La República Democrática Popular de Corea está preparada para reaccionar a cualquier forma de guerra deseada por Estados Unidos", afirmó Pyongyang, el portavoz del ministerio de Exteriores norcoreano según KCNA.
"Tomaremos las medidas (…) más severas contra los provocadores para defendernos con la poderosa fuerza de las armas", agregó.
¿Sexto ensayo?
Las especulaciones sobre un inminente ensayo nuclear crecen según se acerca el próximo sábado, día del 105 aniversario del nacimiento del líder fundador de la república norcoreana, y que en ocasiones se celebra con una demostración militar.
Pyongyang busca desarrollar un misil de largo alcance capaz de llegar a Estados Unidos con una cabeza nuclear y hasta ahora ha llevado a cabo cinco ensayos nucleares, dos de ellos el año pasado.
El análisis de imágenes satélite sugiere que podría estar preparando un sexto, mientras la inteligencia estadounidense advierte que el régimen podría estar a menos de dos años conseguir la capacidad de atacar el continente norteamericano.
Al mismo tiempo, Seúl y Washington están llevando a cabo entrenamientos militares conjuntos, un ejercicio anual que es visto por el Norte como una preparación para la guerra.
El mayor responsable de Corea del Sur sobre asuntos nucleares dijo el lunes tras entrevistarse con su homólogo chino que ambos países habían acordado "endurecer" las medidas para castigar a Pyongyang si llevaba a cabo otro ensayo.
La conversación tuvo lugar poco después de que Trump recibiera al líder chino Xi Jinping para una cumbre en la que presionó a Beijing para que frene las ambiciones nucleares de los norcoreanos.
"Estamos preparados para seguir nuestro propio curso si China no es capaz de coordinarse con nosotros", advirtió el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, tras la cumbre.
El consejero de seguridad nacional H.R. McMaster advirtió el domingo de que la desnuclearización de Pyongyang "tiene que producirse". De lo contrario, "el presidente les ha pedido que estén preparados para darle toda una serie de opciones para eliminar la amenaza" nuclear norcoreana, dijo en Fox News, refiriéndose a los asesores del presidente.
El ministro surcoreano de Unificación, Hong Yong-Pyo, se mostró preocupado el lunes por las repercusiones de una respuesta militar: "Los ataques preventivos podrían resolver los problemas nucleares de Corea del Norte, pero para nosotros, se trata también de defender la seguridad de la gente", dijo a la prensa.
Aunque un ataque de corto alcance de Estados Unidos contra Corea del Norte podría ser efectivo, también pondría en peligro la vida de muchos civiles en Corea del Sur y podría desatar un conflicto militar mayor, advierten los expertos.
Con información de AFP
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