Lee Hicks, de 45 años, no se cortaba el pelo desde 1994 y su melena se había convertido en una masa casi sólida que le llegaba hasta la cadera. Pero cuando sus amigos le sugirieron raparse por caridad, Hicks lo pensó bien y en cuestión de minutos cambió todo su aspecto.
Una multitud se reunió en el estacionamiento del pub Green Parrot, donde Hicks trabaja como chef, en el británico pueblo costero Perranporth para ver el trascendental corte de pelo. Gracias a esta acción, se recaudaron USD 1.100 para el club local Surf Life Saving.
"Algunos de los chicos se reunieron en el pub y sugirieron cortar todo para recaudar dinero para el Surf Life Saving Club. No hubo mucha persuasión porque es una causa muy buena. Todos hicieron donaciones", contó el chef.
La peluquera contó que el cabello era tan denso que la máquina de afeitar se atascó. "Ahora siento un poco frío en la parte superior de la cabeza, pero el pelo está empezando a crecer de nuevo", advirtió Hicks.
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