A poco de nacer, los bebés lloran un promedio de dos horas y 15 minutos por día: eso implica que algunos lloran 30 minutos y otros, cinco horas. Al analizar esas variaciones, un grupo de pediatras de la Universidad de Warwick encontró que el país de origen es un factor que influye: los bebés del Reino Unido, Canadá, Italia y Holanda son los que más lloran, y los de Dinamarca, Alemania y Japón, los que menos lloran.
El estudio, publicado en la Revista de Pediatría, estableció el cuadro del llanto de un bebé en los primeros tres meses: pasa de dos horas a dos horas y 15 minutos en las primeras seis semanas, cuando comienza a declinar y llega a una hora y 10 minutos.
Así se comenzó la actualización de las definiciones de llanto normal: hasta ahora se utilizaban los lineamientos de Morris Wessel, establecidos en la década de 1950, según los cuales más de tres horas durante más tres días seguidos en tres semanas implicaba cólico del lactante. Pero en las décadas siguientes la familia y la sociedad sufrieron grandes transformaciones.
Dieter Wolker, quien encabezó el estudio realizado en la Universidad de Warwick, dijo: "El nuevo cuadro de la cantidad normal de queja/llanto en los bebés de los países industrializados ayudará a que los profesionales de la salud digan a los padres si un bebé llora dentro del rango esperado o presenta un llanto excesivo que pueda requerir mayor evaluación y apoyo".
El trabajo es un meta-análisis de 28 estudios previos sobre casi 8.700 bebés que intenta establecer la incidencia de cólico del lactante —una condición inofensiva pero estresante: llanto intenso sin causa aparente— en los primeros tres meses de vida. Los autores vincularon los resultados con otros estudios, como el que describió las diferencias de los métodos de crianza entre los padres de Copenhague y los de Londres.
La nueva investigación permitirá analizar el papel de la cultura en la que nace un niño en contraste con las experiencias del embarazo y la genética: desde la desigualdad social hasta los estilos de cuidado. Por ejemplo, Dinamarca ofrece licencias por maternidad y paternidad mucho más extensas que las del Reino Unido, y la mayoría de las madres danesas prefiere amamantar durante un año, mientras que la mayoría de las británicas deja de hacerlo a los dos meses. El contacto físico, las técnicas para calmar el llanto y el tiempo que los bebés pasan al aire libre son otros elementos de influencia.
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