Brexit, día 2: primeros choques entre el Reino Unido y los líderes europeos por desacuerdos en economía y seguridad

Un día después de la activación del proceso de salida de los británicos, varios mandatarios descartaron un nuevo acuerdo comercial antes de negociar el fin de la actual relación y lamentaron las dudas de Londres sobre el futuro de la cooperación militar

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El envío de la carta formal a Bruselas que inició el proceso de salida del Reino Unido de la UE ha generado una ola de reacciones que anticipan las negociaciones futuras (AFP)
El envío de la carta formal a Bruselas que inició el proceso de salida del Reino Unido de la UE ha generado una ola de reacciones que anticipan las negociaciones futuras (AFP)

Un día después de la activación del artículo 50 del tratado de Lisboa, que inició formalmente la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) en un plazo máximo de dos años, una ola de reacciones en toda Europa alentaron el jueves la incertidumbre por los nuevos acuerdos económicos entre ambas partes y la cooperación en seguridad de cara a las futuras negociaciones.

El presidente de Francia, Francois Hollande, advirtió que no se harán nuevos tratados comerciales con el Reino Unido hasta que no haya acuerdo sobre las condiciones de su salida de la UE, un temor de los británicos que anticipan fuertes efectos en los sectores de su economía más ligados a Europa, como las manufacturas y la banca.

"Primero, debemos discutir las modalidades de la salida, especialmente los derechos de los ciudadanos y las obligaciones que surgen de los compromisos que el Reino Unido tomó", dijo el mandatario.

El presidente francés, Francois Hollande, dijo que no habrá un nuevo acuerdo comercial hasta que se discuta la salida y las obligaciones del Reino Unido (Reuters)
El presidente francés, Francois Hollande, dijo que no habrá un nuevo acuerdo comercial hasta que se discuta la salida y las obligaciones del Reino Unido (Reuters)

Al respecto, Europa analiza cuánto deberá desembolsar Londres por las promesas de gasto hechas en el pasado y sus participaciones en Europa, un estimado que alcanza casi 74 mil millones de dólares pero que se espera que se sea fuertemente discutido por los británicos.

La canciller alemana, Angela Merkel, había reaccionado manera similar, y dijo el miércoles: "Primero debemos aclarar como desarmaremos esta relación, y sólo entonces cuando esta situación esté resuelta podremos empezar a hablar de la futura relación".

En esa postura, el presidente español, Mariano Rajoy, señaló que Europa negociará "de manera unitaria" la salida el Reino Unido y que mantendrá la "integridad de las cuatro libertades de la UE".

Mariano Rajoy, presidente español, advirtió que el Reino Unido no puede elegir cuál de las cuatro libertades europeas de circulación -personas, bienes, servicios y capitales- retener (EFE)
Mariano Rajoy, presidente español, advirtió que el Reino Unido no puede elegir cuál de las cuatro libertades europeas de circulación -personas, bienes, servicios y capitales- retener (EFE)

Con esta referencia a la libre circulación de personas, bienes, servicios y capitales, el mandatario dejó en claro que Europa no permitirá que el Reino Unido elija cuál de estar libertades retener, como se espera que intente lograr en cuanto a bienes y servicios, ya que "van juntas".

El debilitamiento de la seguridad

El otro punto que generó fuertes reacciones de Europa fue la advertencia de la primera ministra británica, Theresa May: "Un fracaso a la hora de alcanzar un acuerdo se traduciría en el debilitamiento de nuestra cooperación en la lucha contra el crimen y el terrorismo".

La aclaración fue considerada una suerte de "chantaje" por el principal negociador del parlamento europeo, Guy Verhofstadt, utilizado para mejorar las condiciones de negociación del Reino Unido.

"La seguridad de los ciudadanos es un tema demasiado serio para depender de las negociaciones de divorcio con el Reino Unido. No aceptaremos nunca que haya un mercadeo entre acuerdo y seguridad", dijo.

Incluso dentro de Gran Bretaña hubo críticas a esta postura. "Somos el Reino Unido. No hacemos estas cosas. No amenazamos con ignorar atentados terroristas a cambio de libre comercio. No amenazamos vidas a cambio de acuerdos aduaneros", tuiteó la portavoz del partido laborista, opositor a May, Yvette Cooper.

Por su parte, David Davis, secretario del gobierno de May para el Brexit, intentó reducir la tensión acusando un "malentendido", aunque reconoció: "Actualmente tenemos arreglos de intercambio de información, de orden de arresto. Habrá que cambiarlos por otra cosa pues eso se irá cuando dejemos la UE".

Tim Barrow, embajador del Reino Unido en la UE, entrega la carta formal de activación del artículo 50 al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk (AFP)
Tim Barrow, embajador del Reino Unido en la UE, entrega la carta formal de activación del artículo 50 al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk (AFP)

Más allá de la UE, Rusia relativizó el Brexit y lo consideró un "asunto interno" del Reino Unido, aunque la portavoz del ministerio de Exteriores, María Zajarova, concedió: "Estamos analizando las posibles consecuencias que tendrá para Rusia, por ejemplo, en el ámbito de la economía o de las finanzas, entre otros".

Mientras que China expresó el deseo de que la UE se mantenga "unida, estable, próspera y abierta".

"Somos socios estratégicos y deseamos que la Unión Europea continúe esa asociación a todos los niveles en pro de la paz, el desarrollo y la globalización", dijo Lu Kang, portavoz del ministerio de Exteriores chino.

(Con información de AFP y EFE)

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