El yihadista, que mató a tres personas e hirió a 29 en Londres ayer, fue identificado como Khalid Masood. El atacante de 52 años, "lobo solitario", vivía en Birmingham y había sido condenado por agresión y otros crímenes, pero la Policía insiste en que ninguna información de inteligencia sugería que podía cometer un atentado terrorista.
Un portavoz de Scotland Yard detalló que Masood también era conocido por varios alias. Sin embargo, no era objeto de ninguna investigación actual y "no existía información previa sobre su intención de organizar un ataque terrorista".
Según datos policiales, fue condenado por primera vez en 1983 y por última en 2003, por amenazas con "arma blanca".
La cadena Sky News reportó también que Masood era un converso al islam con tres hijos que decía ser profesor de inglés y había nacido en Kent y luego se había mudado a Birmingham.
La compañía de alquiler de vehículos Enterprise confirmó este jueves que el vehículo que se utilizó en el atentado de ayer frente al Parlamento de Westminster fue alquilado en Solihull, al sureste de Birmingham.
Más temprano, la primera ministra Theresa May había informado a los parlamentarios que el MI5, el organismo de inteligencia interno británico, había seguidos años atrás los pasos del agresor por "violencia extremista".
Anoche, la Metropolitan Police de Londres realizó decenas de operativos en los cuales detuvo a un total de ocho sospechosos de estar vinculados con el atacante. Todos los allanamientos se realizaron en Birmingham, donde vivía Masood.
Esta mañana, el grupo terrorista Estado Islámico se adjudicó el ataque y llamó a Masoood "un soldado del califato" que ejecutó una operación "en respuesta al llamado a atacar ciudadanos de todos los países de la coalición".
Massod fue alcanzado por oficiales de seguridad, que le dispararon y le produjeron heridas, luego de que apuñalara a un policía en los jardines del palacio legislativo de Londres. Minutos antes, el terrorista había atropellado a bordo de su vehículo 4×4 Hyundai Tucson a una docena de transeúntes, provocando un caos en las calles del centro de la ciudad.
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