Los alquileres en las principales capitales del mundo suelen alcanzar precios exorbitantes, especialmente si se busca vivir cerca del centro o de los principales hitos culturales y arquitectónicos. Por esa misma razón, metrópolis como Nueva York, París o San Pablo se expanden en suburbios más accesibles.
Pero un diminuto apartamento en el noroeste de Londres descrito por una agencia inmobiliaria como un "armario con ventana y cañerías" parece haber traspasado los límites de lo aceptable en una vivienda personal que se ofrece al público.
El "studio" ofertado en la página Rightmove consta de una cama plegable, una pequeña cocina eléctrica y una heladera. Separado por una cortina se encuentra un diminuto baño con ducha, al que sólo se puede llegar maniobrando sobre la cama.
Con optimismo el ofertante destaca que el apartamento está "totalmente amoblado", tiene "techos altos" y una "decoración luminosa neutra".
Sobre el final del aviso, sin embargo, se aclara que el apartamento es para un sólo ocupante y se concede que la habitación "tiene poco espacio para vivir. Buena para lavar, cocinar y salir".
Aunque lo que ofrece el lugar es mínimo, el alquiler se ofrece por la suma de 520 libras (unos 644 dólares) al mes, según remarcó el periódico Daily Mail. Dicha suma supera al salario básico mensual en la mayoría de países de Latinoamérica.
Casi como una broma de mal gusto, en la misma publicación se pueden analizar las opciones de diferentes escuelas primarias en los alrededores de la propiedad, en caso de que el inquilino decida tener una familia allí.
En rigor, el habitáculo no está en el centro exacto de Londres sino que se encuentra en el barrio norteño de Kilburn, desde donde su ocupante podría caminar al Regent's Park o tomar un subterráneo para llegar en pocas estaciones al Palacio de Buckingham, el Royal Albert Hall, Hyde Park o el Tower Bridge, entre otras atracciones.
El apretado espacio y abultado precio provocó fuertes reacciones en Twitter, donde un blog de ofertas inmobiliarias lo llamó un "armario con ventana y cañerías" y resaltó que las 520 libras al mes serían suficientes para alquilar una amplia casa en la pintoresca Cheshire, un localidad rural 250 kilómetros de Londres.
Por supuesto, Cheshire carece del atractivo cultural y las oportunidades laborales de la capital inglesa, pero de todas formas es un notable contraste entre el modo en que los seres humanos eligen vivir.
For £520pm you can get a cupboard with a window & plumbing in London. Or a house in #Cheshire What would you… https://t.co/AVKPhpYAiB
— CheshirePropertyBlog (@CheshireExperts) March 18, 2017
Eva Wiseman, editora de la revista The Observer perteneciente al periódico The Guardian, tuiteó que "la ciudad se ha fragmentado y la gente paga para vivir en las grietas más oscuras".
En tanto Marc Johnson se preguntó en su cuenta de Facebook: "Perdón, estoy confundido, ¿me están pagando a mí 520 libras para vivir ahí?", según consignó el periódico The Sun.
El auge en los precios de los alquileres en grandes ciudades es un fenómeno bien instalado en las últimas décadas, muchas veces asociado a la gentrificación, el proceso por el cual barrios accesibles y de trabajadores comienzan a ser habitados por personas más pudientes que provocan un aumento de los precios, desplazando a sus habitantes originales a los suburbios y alrededores.
En ese contexto, Londres fue incluida en enero en la lista de las ciudades más caras para vivir del mundo según la revista Forbes, con propiedades que alcanzan en promedio el precio de 474.000 libras (unos 58700 dólares), un fenómeno que el gobierno ha intentado mitigar sin éxito.
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