Era uno de los informes mejor guardados por las autoridades británicas: su nombre en código es Operación London Bridge, y es el complejo procedimiento que deberán seguir el gobierno británico, la diplomacia, la familia real, la BBC y las fuerzas armadas el día que la reina Isabel muera.
El informe fue revelado este martes por el diario británico The Guardian, que escribió que la respuesta del país será "monumental" incluso si se compara con la muerte de la princesa Diana en 1997.
"London Bridge is down" (el puente de Londres ha caído). Con estas palabras, a través de una línea telefónica reservada, el primer ministro será avisado de la muerte de la reina.
El encargado de hacer ese llamado será el secretario privado de la reina, hoy, sir Christopher Geidt. Poco después, desde el Centro de Respuesta Global del ministerio de exteriores, comenzarán las comunicaciones a los 15 Gobiernos de los países en los que Isabel II es jefe de Estado y de los otros 36 países del Commonwealth.
Luego, por otro canal seguro, será avisada la BBC, que desde 1930 activó un "Radio Alert Transmission System" (Sistema de Transmisión de Alertas de Radio, RATS por sus siglas en inglés), que prevé al detalle las modalidades del anuncio a los súbditos británicos.
En el mismo momento, un sirviente de Buckingham Palace colgará en el portón del palacio un aviso luctuoso, que también será reproducido en la página web de la realeza.
En tanto, todas las transmisiones del país serán interrumpidas con la frase "This is BBC from London" (Esta es la BBC desde Londres): todos los británicos sabrán entonces que algo grave está pasando.
También las radios comerciales serán avisadas a través de una señal especial. En la mesa de controles de los DJ se encenderá una luz azul que indicará que las radios deberán pasar la línea a las noticias. La orden será de pasar, durante la espera, música "inofensiva".
Varios medios ya se están preparando para el evento: Sky News y ITN ensayan en simulaciones en las que la reina es llamada "Mrs. Robinson". El diario Times ya tiene listas las páginas que publicará en los 11 días siguientes al anuncio de la muerte.
La Operación London Bridge prevé distintos escenarios según el lugar en el que se encuentre la Reina. Si la soberana se encontrara en Escocia, su cuerpo sería llevado a Londres en tren. Está previsto que miles de personas la esperen cerca de las vías para homenajearla durante el paso del convoy.
Si, en cambio, la muerte la sorprendiera en el exterior, su cuerpo volvería a bordo del Royal Flight, el avión BAe 146 del 32 escuadrón de la RAF, la fuerza aérea británica.
El día de la muerte será llamado día D, los siguientes D1, D2, D3. El funeral comenzará a las 11 de la mañana del D9 en la Abadía de Westminester, con 2.000 invitados elegidos entre la realeza y los jefes de Estado de todo el mundo. Será la primera vez desde 1.760 que un rey británico tendrá la ceremonia fúnebre en ese lugar. Luego, el féretro recorrerá los 40 kilómetros hasta el castillo de Windsor, donde será sepultada.
Todo el Reino Unido se detendrá para llorar a la monarca que más tiempo —hasta ahora, 65 años— ha durado en el trono en la historia de Inglaterra, viendo pasar 12 primeros ministros de su país, 13 presidentes de los Estados Unidos y 6 papas.
Adicionalmente, se comenzarían los preparativos de la sucesión: al día siguiente de la muerte de la reina, Carlos se convertiría en rey con el nombre de Carlos III. Los hijos deberán besarle la mano en signo de obediencia y pocas horas después pronunciaría su primer discurso como nuevo Rey de Inglaterra.
Pero la verdad -la reina cumplirá 91 años en abril y está en perfectas condiciones de salud- es que nadie lo desea ni sabe realmente cuándo llegará ese momento.
LEA MÁS: