Al menos 31 refugiados somalíes han muerto, entre ellos doce mujeres, y decenas han resultado heridos al sur del puerto yemení de Al Hudeida, cuando un helicóptero Apache, de la coalición árabe, disparó sobre el barco en el que viajaban.
Pescadores y fuentes médicas del puerto de Al Hudeida, en el mar Rojo, informaron que el suceso ocurrió en la tarde de ayer a unos 55 kilómetros del puerto, controlado por los rebeldes hutíes.
Los alrededores de esta ciudad son escenario de intensos enfrentamientos entre los hutíes y las fuerzas de la coalición árabe encabezada por Arabia Saudita que apoya al presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi.
Ambas facciones luchan por el control de Al Hudeida, que está considerado un punto estratégico clave en el conflicto, ya que es el principal puerto yemení en aguas del mar Rojo y la única salida al mar que mantienen abierta los rebeldes.
Tras sufrir el ataque, el barco, con 145 personas abordo, llegó al muelle gracias a varias embarcaciones de pescadores, que ayudaron a la nave a arribar, a pesar de que como consecuencia de los disparos se habían abierto varias vías de agua en el casco.
Estaba capitaneado por tres marineros yemeníes y había salido de la provincia de Aden con ciudadanos somalíes del campamento de refugiados de Jarez, en la provincia de Lahech, fronteriza con Aden.
Las fuentes informaron en un primer momento de que la muerte de los ciudadanos somalíes se había producido por el impacto de un obús de procedencia desconocida.
Hasta el momento, ni las fuerzas de la coalición ni el gobierno de Hadi, se han pronunciado sobre lo ocurrido.
Las fuerzas de la coalición árabe encabezada por Arabia Saudita, que apoyan al presidente Hadi mantienen un control total del espacio aéreo yemení, impidiendo a los rebeldes el uso de aviones o helicópteros.
El ataque también causó decenas de heridos que, según las fuentes, una vez que llegaron a puerto, fueron trasladados a distintos centros médicos de la ciudad.
Una guerra sin cuartel
El Yemen está sumido en una devastadora guerra civil entre los rebeldes hutíes, apoyados por el ex presidente Abdalá Saleh, y las fuerzas leales a Hadi, que cuenta con el respaldo de la coalición comandada por Arabia Saudí.
La zona en la que ocurrió el ataque también es escenario de continuos bombardeos por parte de las fuerzas de la coalición árabe debido a que es empleada por las fuerzas rebeldes para el contrabando de armas.
Asimismo, los hutíes acosan en la zona con su artillería las embarcaciones de la coalición o de las fuerzas del presidente.
Arabia y sus aliados han sido acusados en repetidas ocasiones de atacar objetivos civiles durante el conflicto. Por su parte, las fuerzas leales a Hadi responsabilizan a los rebeldes de la muerte de civiles.
La llegada de inmigrantes al Yemen, que después intentan continuar camino hacia otros países prosigue a pesar de la guerra, que ha provocado que unos 17 millones de yemeníes, dos tercios de la población de este país, necesiten asistencia urgente para evitar el riesgo de morir de hambre en los próximos meses.
Como consecuencia del enquistamiento de la guerra, Yemen sufre la hambruna más grave del mundo, según las conclusiones del informe de la ONU sobre Seguridad Alimentaria y Nutrición de Emergencia de febrero de 2017.
Con información de EFE
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