Mosul, que fuera uno de los bastiones de ISIS en Irak, está desde hace meses asediada por tropas iraquíes y kurdas apoyadas por la coalición internacional que lidera Estados Unidos. Como la ancestral ciudad es lo último que le queda a la organización terrorista en el país, sus miembros están dispuestos a todo para resistir lo más que puedan los avances enemigos.
Un periodista de la cadena Rudaw, de origen kurdo, siguió a un comando especial iraquí que penetró en uno de los barrios que continúan en manos yihadistas. En un video difundido posteriormente por el multimedio explica que el mayor desafío era atravesar las calles cuidándose de no resultar blanco de los múltiples francotiradores apostados por ISIS en puntos estratégicos del casco urbano.
En un momento, los soldados idearon un plan para bloquear la visión de los terroristas: desplegar una larga cortina. Cuando estaban en medio del operativo los sorprendió el disparo de un mortero con un poderoso agente químico.
Inmediatamente, todo se cubrió de humo y debieron escapar corriendo. Los efectos no tardaron en hacerse sentir. Algunos empezaron a vomitar y el camarógrafo dijo haberse quedado ciego.
"No está claro qué sustancia era, pero el olor tan fuerte indicaba que era gas tóxico", dijo el reportero que narró lo sucedido.
Las fuerzas iraquís que luchan contra Estado Islámico en Mosul conquistaron el domingo la última ruta de acceso a la ciudad, completando el cerco sobre los yihadistas que ahora se encuentran encerrados.
"ISIS está atrapado. Anoche, la novena división iraquí cortó en Badush la ruta desde el noroeste hacia Mosul, al última vía de escape", dijo Brett Mc Gurk, enviado de la coalición internacional. "Todos los militantes que quedaron en Mosul van a morir allí", agregó.
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