Sophie Taylor tuvo la fortuna de conocer al príncipe William mientras esquiaban en Verbier, uno de los resorts más exclusivos de los Alpes Suizos. Sin embargo, su vida se complicó en pocas horas después de que salieran a la luz las fotos en las que se los ve bebiendo muy sonrientes y que se conociera que incluso compartieron música y bailes en el club nocturno Farinet.
Además de estar permanentemente acosada por la prensa, la bellísima mujer debe ordenar su vida privada. Es que Taylor dice estar enamoradísima de su novio, Aaron Goodfellow, con quien comparten una vida de placer y viajes de lujo.
Goodfellow le envió un mensaje de Whatsapp a su amada novia momentos antes de que volvieran a verse en Farinet. Visiblemente dolido, escribió: "Debes salir, estás con el príncipe William, pasa el mejor momento. Ojalá pudiera estar allí, pero tengo que ir a trabajar". El novio es chef y trabaja todas las noches, al igual que su novia.
"Sophie dijo que se conocieron y tomaron unos pocos tragos. Dijo que era encantador y con los pies sobre la tierra", contó Joni Taylor la madre de la modelo, y añadió que su hija es una muchacha "con integridad". Lo que también ayudó a aumentar los rumores sobre una noche alocada fue que Sophie advirtió que había perdido su teléfono celular, donde podría haber fotografías comprometedoras.
El hecho ocurrió en el exclusivo centro de ski Verbier, en los Alpes Suizos, donde al príncipe se lo vio acompañado solo de sus amigos Guy Pelly, James Meade y Tom Van Straubenzee, mientras su esposa, Kate Middleton se quedó en el Reino Unido junto con sus dos pequeños hijos, George y Charlotte.
Verbier es uno de los centros de ski más famosos y de difícil acceso del mundo. Allí se reúnen cada año todo tipo de celebridades. Ahora también será conocido por ser el lugar donde el príncipe William despertó demasiados rumores.
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